Primera denuncia por bebés robados por el franquismo
El Mundo, Madrid, España
Cádiz, Ana M. Fopiani. - Un matrimonio de Vejer de la Frontera considera tener pruebas suficientes de que le robaron a su hijo en 1974 nada más nacer y ha presentado la primera demanda judicial del caso del posible robo de bebés durante la dictadura para darlos en adopción a familias pudientes.
Entonces se les comunicó a los padres que había fallecido y fue, presuntamente, enterrado. Casi dos décadas después, cuando decidieron trasladar los restos, comprobaron que en la que creían su tumba no había nada. Han decidido poner su caso en manos de abogados y esperan justicia. Puede que sus pasos los sigan otros.
En todo el país podría haber hasta 200.000 nacimientos bajos sospecha, con ellos otras tantas adopciones ilegales. Son los datos que maneja la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir) que agrupa a los familiares e hijos que hoy buscan a sus verdaderos progenitores.
La entidad tiene previsto recopilar toda la información posible y tras el verano presentar un escrito conjunto ante la Fiscalía General del Estado para que se investigue el posible robo de niños entre los años 60 y 80.
Actuación fiscal de oficio
Por el momento, el fiscal de Algeciras, Juan Cisneros, ya ha actuado de oficio. En los próximos días, tendrán que declarar las hermanas Flor y Cristina Díaz Carrasco, que residen en Irún. Sus padres, emigrantes andaluces, se trasladaron a La Línea en 1967 para que la mujer diera a luz. El bebé, un niño, fue dado por muerto y enterrado.En 1980, las hermanas comprobaron que la tumba a la que durante tanto años fueron a poner flores no tenía los restos de Jesús Díaz Carrasco. Ni siquiera había registro de su sepelio o fallecimiento. Ahora, creen que está vivo. Prestarán declaración en un juzgado de Guipúzcoa por orden del fiscal algecireño.
Otros casos en Cádiz
En Cádiz, busca a su hermana Chary Herrera, y a su hijo, Rosario Acevedo. Esta última dio a luz en el hospital Fernando Zamacola de la capital. Le dijeron que su bebé murió. Su hermano, gemelo, sobrevivió. Ella asegura que lo dejó vivo cuando marchó del hospital a casa, porque “él era más pequeño y tenía que permanecer ingresado unos días”.Al día siguiente le comunicaron su muerte. No vieron nunca su cuerpo y tampoco fueron al entierro, el centro hospitalario se encargó de todo para “evitar un trauma” a los padres. Rosario siempre mantuvo que se lo “robaron”, pero entonces, 1965, nadie la creyó.