Publican antología poética del surrealista Ludwig Zeller

La Jornada, México

México. - El surrealismo es una manera de vivir. Es decidirse por ciertos principios: el amor, la libertad y la poesía. Es atreverse a ser críticos y genuinos, diferentes. De allí que sea incomprendido por muchos y temido por otros.

Tal es la manera en la que el poeta chileno Ludwig Zeller (Calama, 1927) resume su posición de vida, aquella que adoptó y ha seguido desde 1962, a partir de la escritura de su poema Paloma que se sueña.
“¿Muerto, el surrealismo? De ninguna manera, aunque lo han intentado de enterrar muchas veces; está vivísimo y lozano, más grande que nunca –afirma–. El surrealismo es esencial, intrínseco a la humanidad, al igual que el romanticismo, del cual, por cierto, es de donde proviene.”
El también artista visual, avecindado desde hace varios años en Oaxaca (en la comunidad de San Andrés Huayapam), publicó recientemente la antología Mujer en sueño y otros poemas, con el sello Almadía, que reúne 43 poemas de diversas épocas, dos de ellos hasta ahora inéditos.
Son textos que describen el paisaje interior de un hombre cuya fe se centra en aquellos discursos que se mueven por las afueras de la lógica, la realidad y las costumbres. Palabras profundamente visuales, casi tangibles, que invocan sensaciones y emociones que deambulan por el inconsciente. Es una poesía que se refiere a lo humano y la existencia, al poder, la sensualidad, el amor, las costumbres, el descubrimiento y el misterio.
“No escribo, en principio, para la razón; escribo con base en las imágenes que irrumpen en mi inconsciente.
Claro que no soy un loco y uso la razón, pero mi escritura tiene como punto de partida lo que no es racional, explica Ludwig Zeller en entrevista con La Jornada, en la cual participa también su pareja por más de 52 años, Susana Walls.
Me interesa llegar a las emociones a través de lo que he explorado y que otras personas tengan acceso en un poema a verlas, sentirlas, vivirlas. Hasta la fecha sigo escribiendo, siempre tengo cosas en marcha.

 
De acuerdo con Ludwig Zeller, el surrealista es un lenguaje inherente a su persona desde hace más de medio siglo, el cual le ha permitido estar y explorar en la vida: Uno no sabe cómo llega a esto, simplemente ocurre; es un impulso creativo en los seres que plantea mayor libertad.
Agrega: “Es mucho más que una posición ante la vida, es una manera de vivir, porque la posición implica ver desde fuera. Por eso el surrealismo es visto con temor, porque exige la absoluta libertad, dedicación completa al amor y a lo creativo, a la poiesis; es decir, a la creación, en griego. Y esto es lo que genera miedo, porque todos tememos a lo desconocido”.
Respecto del libro Mujer en sueño y otros poemas, Susana Walls explica que se cuidó de hacer una antología novedosa, con un criterio temático más que temporal, en ese sentido diferente a las que el Fondo de Cultura Económica y la editorial Aldus han publicado de Ludwig Zeller.
Es una recopilación muy interesante, porque coloca la obra desde una perspectiva que hace más fácil acercarse al trabajo de Ludwig, sobre todo para aquellos que no lo conocen. La suya es una poesía de imágenes más que de metáforas o meditaciones filosóficas, por eso llegan al inconsciente. Él está convencido de que primero son las imágenes y después las palabras.

Despojarse de formalidades

La promotora cultural explica que Zeller llegó al surrealismo a partir del romanticismo alemán, así como de su vasto conocimiento de la poesía y los clásicos españoles del Siglo de Oro: Lo que el surrealismo le permitió fue desvestirse de esas formalidades y entrar en contacto pleno con la libertad creativa.
La antología Mujer en sueño y otros poemas, presentada a mediados del pasado junio en la ciudad de Oaxaca, cuenta con poco más de una treintena de imágenes elaboradas por el propio autor, las cuales fueron seleccionadas de una exposición montada en la galería CuatroSiete de ese estado, que concluyó a finales de julio.



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