Putin plantea cambios políticos por la exigencia económica
RIA Novosti, Rusia
MOSCÚ. - El pasado viernes, el primer ministro ruso Vladimir Putin se reunió (en Kaluga) con los expertos en ciencias políticas y en economía del Club Internacional de Debates Valdai, organizado por RIA Novosti junto con el Consejo ruso para la Política Exterior y de Defensa, las revistas Russia Profile.org y Rusia en la Política Global y el periódico The Moscow News.
Vladimir Putin
Asimismo, los participantes del Club Valdai, se habían reunido con los representantes de todas las fuerzas políticas rusas: desde el líder del partido oficialista, Rusia Unida, Borís Grizlov, el líder del Partido Comunista de Rusia, Guennadi Ziugánov, el líder del Partido Liberal Democrático de Rusia, Vladímir Zhirinovski, el líder del partido Rusia Justa, Sergei Mirónov, hasta el ex primer viceministro Borís Nemtsov y el ex vicejefe de la Duma Estatal (cámara baja del Parlamento), Vladimir Rizhkov, que el pasado verano intentaron inscribir un nuevo partido liberal cuyo registro fue denegado por el ministerio de Justicia ruso.
Entre los participantes en la reunión predominaron los partidarios de las reformas liberales, tanto rusos como extranjeros. El primer ministro se mostró firme en sus ideas, defendiendo todos los pasos que ha dado en los últimos años, incluida la intención de realizar el enroque con el actual presidente Medvédev.
“Putin está lleno de energía y se muestra preparado para volver a encabezar el país. Pero no he notado en su discurso ninguna idea nueva para Rusia. En esencia, propone volver a la política de su primer mandato”, comentó Richard Sakwa, catedrático en ciencias políticas de la Universidad de Kent (Gran Bretaña).
El catedrático de la Universidad de Carleton (Ottawa, Canadá), Piotr Dutquévich, insistió en que el líder ruso no está dispuesto a admitir a nuevos partidos políticos. “De sus respuestas está claro que descarta cualquier posibilidad de que surjan nuevos partidos, ya que la propia creación de tales partidos la ve como un elemento desestabilizador”, explicó Dutquévich.
La opinión de Vladímir Putin es que no hace falta fraccionar el sistema político, más vale desarrollar la democracia intrapartidaria. Además, expresó la opinión de que el mundo está cambiando y que Rusia también cambiará, pero poco a poco.
El pluripartidismo ruso
Los representantes de la oposición en Rusia pusieron sobre la mesa la cuestión de la calidad del pluripartidismo ruso, calificando como defectuoso el sistema partidario del país y acusando a algunos altos funcionarios de darse por portadores de la estatalidad, aunque formalmente esto carece de cualquier fundamento.
Gleb Pavlovski, experto que asistió a la reunión, percibió que ningún ciudadano del país está protegido de la influencia de estos funcionarios. Al mismo tiempo, la propia población tiene cada vez menos posibilidades de influir en la política. Los dirigentes están distanciados de la población, valiéndose de su electorado de tiempos pasados. Esta opinión la compartió Rizhkov, el co-presidente del mencionado partido no registrado PARNAS, quien argumentó que cuando Putin llegó al poder en el año 2000, el país había contado con unos 50 partidos políticos, mientras que hoy sólo son siete.
Pero, ¿es cierto que el estructurar el campo político de esta manera es siempre un proceso negativo?
“El problema de la oposición es la falta de nuevas figuras e ideas. Casi todos los líderes de la oposición, incluidos Ziugánov, Zhirinovski, Nemtsov, aparecieron en el escenario político ruso hace mucho. Y apenas proponen ideas nuevas. En este contexto, cuando Putin llama a sustituir los partidos numerosos por las estructuras menos múltiples basadas en la afinidad ideológica de sus miembros y no en la influencia de ciertas personas, esto parece lógico. Pero es que este principio también debe aplicarse a la Rusia Unida”, comentó Jeffrey Mancoff (EEUU), colaborador científico del Centro de Investigaciones Estratégicas e Internacionales.
El sistema de gestión evolucionará
Al mismo tiempo, el experto de la Sociedad Alemana de Política Exterior, Alexander Rahr, notó que en la reunión Putin no volvió a la rigurosa retórica del 2005 y 2006 que hizo preocuparse a los países occidentales.
El primer ministro dijo que ve dos fuentes de democratización del país. En primer lugar, insistió en la necesidad de permitir que los ciudadanos tengan más posibilidades para la autogestión, y que los miembros de los partidos existentes puedan decidir cómo desarrollarán sus partidos en el futuro. Este enfoque permitiría a la oposición librarse del autoritarismo de sus líderes, ante todo de Ziugánov y Zhirinovsky.
Como segunda opción de democratización, Putin ve la integración del país a la economía mundial, a un entorno que huya del viejo sistema de secretos y prohibiciones.
“En cualquier caso, el sistema político va a transformarse. Es más, la propia economía exigirá que cambien estos sistemas”, expuso Putin.
Entre Europa y Asia
La integración de Rusia en las sociedades internacionales fue la segunda cuestión que se trató en la reunión. Los expertos intentaron entender en primer lugar con qué países se propone integrarse Rusia, en segundo lugar, si su política y economía exterior seguirán con su tendencia europea o la complementarán o sustituirán con la oriental y en tercer lugar qué consecuencias tendrá la reciente propuesta del primer ministro de crear la Unión Euroasiática entre los países de la antigua URSS.
“Tengo la sensación de que el primer ministro intentó hacernos ver (a sus interlocutores occidentales) que no se puede ignorar a Rusia. Que si Europa sigue ignorándola, Rusia escogerá a Asia, y si la ignora EEUU, Rusia puede afianzar sus lazos con Europa. Si lo resumimos, Putin nos mandó a todos nosotros el siguiente mensaje. Rusia es capaz de escoger a sus socios por sí misma. Pero la cuestión es, si Rusia de verdad tiene entre quiénes escoger”, comenta Toby Gati, una de los miembros más antiguos del Club Valdai, ex asesora del presidente Clinton en cuestiones de Rusia en el Consejo de Seguridad Nacional.
La mitad del tiempo que duró la reunión fue dedicada a este tema. Los representantes del partido Rusia Unida insistieron en la multipolaridad de las alianzas económicas de Rusia.
Pero la propia experiencia muestra que el sector europeo es predominante. El recorrido por las empresas de la región de Kaluga hizo recordar el papel tan importante que tiene el capital europeo en la creación de las mismas. La Volkswagen alemana, la Gestamp española, el Volvo sueco y muchas otras empresas no funcionarían en Kaluga si no hubiera sido por el capital europeo.
El gobernador de la región de Kaluga, Anatoli Artamónov, comentó a los expertos del Club Valdai que su región se plantea una tarea ambiciosa: alcanzar el nivel de bienestar que existía en Europa antes de la crisis.
La tasa de consumo per cápita en China es todavía menor a la tasa media de Rusia, aunque el volumen de la economía del país con la población de más de mil millones superó el de Rusia, con sus 142 millones de habitantes. Rusia no evitará la cooperación con Europa, así formularon su conclusión la mayoría de los participantes de la VIII sesión del Club Internacional de Debates Valdai.
Dmitri Bábich