AFP (Agencia France-Presse)
Milán, Italia. - El presidente ruso Vladimir Putin y el ucraniano Petro Poroshenko mantuvieron tres rondas de negociación este viernes, con la presencia de líderes europeos, en una cumbre celebrada en Milán que no permitió solventar definitivamente la crisis entre ambos países.
La optimista declaración inicial de Putin al término del segundo encuentro con su homólogo ucraniano, en la que calificaba de "bueno" el resultado de las negociaciones de paz, quedo enfriada por el resumen que ofreció Poroshenko al final de la tercera ronda.
El mandatario ucraniano dijo que si bien se han obtenido "ciertos progresos", aun hay "detalles que deben ser discutidos".
Progresos "sin resultados concretos", reconoció Poroshenko, tampoco en lo relativo al conflicto por el gas, una cuestión que no solo interesa a Rusia y Ucrania, sino que toca de cerca a Europa, especialmente con el invierno acercándose.
El presidente ucraniano dijo que espera un acuerdo definitivo en la reunión trilateral que se celebrará el martes próximo en Bruselas.
Putin, por su parte, ha pedido a los europeos que "respalden" financieramente a Kiev. La negociación sobre el gas ruso que abastece a Ucrania pero también a Europa, se apoya en parte en la financiación internacional, y sobre este tema tampoco hay acuerdo.
Rusia es el mayor proveedor de gas a Europa, ya que cubre una tercera parte de la demanda, mientras la mitad del gas que llega a los países de la Unión Europea transita por Ucrania.
- "Serias divergencias"-
Las conversaciones a lo largo del día se centraron en distintos puntos de los acuerdos de Minsk, sobre todo en el alto el fuego que el ejército ucraniano y los rebeldes prorrusos no respetaron, indicó una fuente del gobierno alemán.
El presidente ruso y la canciller alemana comenzaron los encuentros reconociendo que mantienen "serias divergencias", según explicó el portavoz ruso.
Para los europeos, que no alimentaban grandes esperanzas sobre los encuentros de Milán, es necesario favorecer un clima de negociación, explicaron fuentes diplomáticas de la UE.
"Hay que hacer de todo para evitar una escalada de la violencia y trabajar por la tregua", precisó la misma fuente.
-"Algunos avances"-
Aunque según dijo François Hollande, en ninguna de las reuniones de la mañana se ha dicho "nada esencial", en los encuentros del mediodía sí ha habido algunos avances.
Hay un acercamiento sobre "ciertos aspectos", coincidió Merkel, refiriéndose a la vigilancia fronteriza con drones.
Se ha llegado a un acuerdo para que Rusia controle la frontera rusoucraniana con estos aviones no tripulados, tal y como ha confirmado Putin tras su tercera reunión con Poroshenko. Y según Hollande, Moscú está dispuesto a que sea Rusia quien los ponga a disposición.
El presidente francés también ha aludido a un acuerdo para acelerar el intercambio de prisioneros ucranianos y separatistas prorrusos. "Hay una voluntad común de respetar el alto el fuego", subrayó el mandatario francés.
El primer ministro británico David Cameron, quien también estaba presente en la cumbre, recordó que el mismo Putin no desea "dividir Ucrania".
En general, los europeos se han mostrado positivos tras las reuniones celebradas en la ciudad al margen de una cumbre del Asem, que reúne a dirigentes de Asia y Europa.
Pese a ello, los combates entre militares ucranianos y separatistas seguían alrededor del aeropuerto de Donetsk, donde hoy ha habido siete nuevos muertes.
Al final, el principal escollo a superar sigue siendo respetar los pactos ya firmados. Porque incluso si todos los participantes en las reuniones de Milán reconocían la necesidad de adaptarse a los acuerdos concluidos en Minsk en septiembre en los que se preveía un alto el fuego, "el principal problema que se plantea es ponerlos en práctica", resumió ante la prensa Poroshenko.