AFP (Agencia France-Presse)
México, D.F. - El mundo de desigualdades, guerras e injusticias que la pequeña y mordaz Mafalda no lograba entender hace cincuenta años sigue tan vigente hoy que sorprende e, incluso, deprime al creador de la célebre tira cómica, el argentino Quino.
El dibujante y humorista gráfico nunca imaginó la trascendencia de su irreverente criatura y, de hecho, estaba convencido de que en esta era de nuevas tecnologías "los chicos iban a perder interés en el personaje y que se moriría de una manera natural".
Pero, "me sorprende que, cada vez, tenga más vigencia. Me sorprende y me deprime un poquito también porque quiere decir que no ha cambiado gran cosa", confesó este miércoles Joaquín Salvador Lavado, Quino, en una videoconferencia desde Argentina celebrada en la sede de su editorial en México.
En plena celebración del 50 aniversario de Mafalda, Quino lamenta que hoy en día haya más gente pobre que cuando su personaje nació o que sucedan cosas "tan preocupantes" como las bárbaras decapitaciones del grupo yihadista que se hace hace llamar Estado Islámico.
A sus 82 años, también las preocupaciones de Quino siguen siendo las mismas que cuando dio vida a ese niña ingenua que quería parar y bajarse del mundo y que vio la luz por primera vez en 1964.
"Las ideas que propaga Mafalda son las mías y yo no soy un hombre feliz a esta altura viendo todo lo que pasa en el mundo (...) Yo soy bastante amargado y le transmití a mi personaje las amarguras que yo siento", explicó entre risas el dibujante.
Con libros traducidos a 26 idiomas y millones de ejemplares vendidos en todo el mundo, Quino no termina de asimilar el efecto que tuvo Mafalda en Iberoamérica, en tiempos en los que la palabra y la crítica eran perseguidos.
"Una cosa que me sigue sorprendiendo es que la gente me da las gracias por todo lo que les he dado y yo no sé muy bien lo que les he dado, sé que he hecho algo que tiene mucha repercusión, pero no soy muy consciente de lo que hice", expresó.
Descartando revivir a su célebre niña más allá de los dibujos que regala a sus seguidores, Quino confiesa que, cuando lo hace, lo que le resulta "difícil es dibujar el personaje sin estar diciendo nada politizado".