AFP (Agencia France-Presse)
MOSCÚ. - El presidente cubano, Raúl Castro, se reunió este miércoles en Moscú con su homólogo ruso Vladimir Putin para potenciar la cooperación económica y reavivar la vieja amistad con Rusia. En la segunda visita del líder cubano a Rusia desde que en 2006 recibió el poder de su hermano Fidel, Putin dijo que Cuba, aliada de la difunta Unión Soviética, es "no sólo un viejo socio sino también nuestro amigo", y pidió que transmitiera a Fidel los mejores deseos de Moscú.
"Hemos tenido períodos con relaciones diferentes, que hoy día son más pragmáticas", apuntó Putin. "No obstante, todo lo que acumulamos en los años pasados ahora es parte de nuestra riqueza común", añadió.
Raúl Castro, que llegó a Rusia tras visitar China y Vietnam, ambos regímenes comunistas, declaró que el mundo actual es "muy complicado", antes de celebrar una reunión vedada a la prensa.
Castro comenzó su visita depositando un ramo de flores en la Tumba del Soldado Desconocido, y luego se reunió con el primer ministro, Dimitri Medvedev, para mantener conversaciones que según éste versaron sobre "los modos en que cada uno puede aprovechar el potencial del otro".
El Kremlin indicó por su lado que las conversaciones se centrarían en la manera de fomentar una mayor cooperación económica, sin mencionar posibles acuerdos militares.
El diario económico Kommersant dijo que Cuba está muy interesada en cerrar acuerdos militares para modernizar su viejo arsenal soviético con nuevos tanques, submarinos y otras tecnologías militares.
Kommersant especificó que esto pondría a la agencia rusa exportadora de armamento en conflicto con las sanciones de Estados Unidos, y que el pedido que Cuba hizo en 2010 para modernizar su planta de producción de municiones para los fusiles Kalashnikov no fue satisfecho.
El pasado año, el comercio bilateral ascendió a la modesta cifra de 224 millones de dólares, y podría resentirse de la decisión del grupo petrolero español Repsol de abandonar su actividad en aguas profundas de Cuba tras no haber encontrado hidrocarburos.
Un eventual fiasco con los pozos petroleros cubanos obligaría a la unidad rusa de exploración exterior Zarubezhneft a pensarse dos veces su plan de invertir 2.900 millones de dólares en la isla hacia 2025.
Funcionarios rusos hablaron de posibles negociaciones para formar coempresas, pero no dieron muestras de querer conceder préstamos sin intereses o ayuda directa a la isla comunista.
Castro viajó a Moscú tras obtener en Pekín una línea de crédito libre de intereses y un acuerdo de préstamo con el Banco de Desarrollo de China para modernizar las instalaciones médicas de la isla, además de firmar ocho acuerdos de cooperación.
Tras su paso por China, el líder cubano viajó a Vietnam, firme aliado de La Habana y principal proveedor de arroz de la isla caribeña.
La visita de Castro a China y Vietnam, dos de los últimos Estados comunistas que quedan en el mundo, se produjo en un momento en que La Habana trata de emular los logros alcanzados por estos países con la incorporación de la economía de mercado.