AFP (Agencia France-Presse)
HOMS. - Los rebeldes sirios comenzaron a retirarse este miércoles del casco antiguo de Homs, bastión de la resistencia en el centro de Siria, donde llevaban más de dos años asediados por las tropas gubernamentales.
La evacuación de al menos 1.200 combatientes, civiles y heridos forma parte de un acuerdo inédito concluido entre los beligerantes hace dos días, tras dos meses de negociaciones.
Este acuerdo permite cantar victoria tanto a los rebeldes como al gobierno, que abrevian una batalla devastadora que hubiera podido prolongarse durante meses.
Al gobierno sirio le permite retomar el control de un sector de una ciudad simbólica a menos de un mes de las elecciones presidenciales que Bashar al Asad tiene la seguridad de ganar.
Los rebeldes, por su lado, pueden abandonar la ciudad con la cabeza en alto, sin haber sido humillados y conservando sus armas livianas.
"Tres autobuses salieron del casco antiguo con 120 personas a bordo, heridos, civiles y combatientes", afirmó a la AFP el negociador rebelde Abul Hareth al Jalidi.
"Se dirigen hacia Dar al Kabira", una ciudad rebelde situada a unos 20 km al norte, agregó.
Una hora después del inicio de la operación, Al Jalidi dijo a la AFP que un primer autobús había llegado al norte de la provincia.
"Con la salida de esos hombres, la operación de reconciliación va a comenzar para que Homs sea una ciudad sin armas y hombres armados", dijo por su parte el gobernador de Homs, Talal al Barazi.
"Trabajamos para que la operación se aplique a todos los barrios de Homs", agregó, aludiendo al sector de Waer, donde se encuentran centenas de miles de personas, entre ellas numerosos desplazados.
Un vídeo difundido por los rebeldes, mostraba a hombres con mochilas, algunos de ellos con gorras o pasamontañas, subiendo a dos autobuses verdes.
Otro vídeo mostraba un todoterreno de la ONU con hombres con chalecos antibalas con la inscripción policía.
Al principio de la tarde, 222 personas ya habían sido evacuadas, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), para quien el acuerdo abarca 1.200 personas mientras que los rebeldes hablan de 2.250.
"Se trata de una derrota de la comunidad internacional", dijo el director del OSDH Rami Abdel Rahman.
"Hubo una resistencia legendaria a dos años de asedio y a pesar de eso la comunidad internacional no hizo nada", agregó.
"Se trata también de una victoria mediática para el régimen pues Homs ocupaba un lugar simbólico en la revolución siria. Ahí empezó la rebelión armada", sostuvo Rahman.
Durante los dos años que duró el sitio del casco viejo murieron al menos 2.200 personas, dijo el OSDH.
Los bombardeos y los combates dejaron el centro histórico en ruinas, con casas, edificios y lugares religiosos destruidos.
"Los combatientes están muy emocionados", señaló a la AFP Wael, un activista de la ciudad de Termaaleh (provincia de Homs), que habló con algunos de los evacuados.
"Uno de mis amigos me dijo que abandonaba Homs con dolor y lágrimas en los ojos", comentó Wael.
"Al irme de Homs tengo la impresión de sacarme el alma del cuerpo, me dijo", agregó Wael.
Tras la evacuación, las fuerzas de seguridad sirias, comenzarán a limpiar de minas y explosivos la zona abandonada por los rebeldes, dijo Al Barazi.
El acuerdo entre los rebeldes y el gobierno sirio contempla también la liberación de prisioneros en manos de los rebeldes en la ciudad de Alepo, norte del país.
Los rebeldes permitieron además el acceso de ayuda humanitaria a las ciudades chiitas de Nubol y Zahraa, donde unas 45.000 personas son asediadas por los insurgentes.
La retirada de los rebeldes constituye sin lugar a dudas un importante éxito del gobierno, más aún si el acuerdo se extiende al barrio de Waer.
De concretarse la evacuación de Waer, el gobierno tendrá el control total de Homs, considerada la "capital de la revolución".