AFP (Agencia France-Presse)
DONETSK. - Los combates en el este de Ucrania alcanzaron este martes el centro de Lugansk, uno de los bastiones prorrusos asediado por el ejército, y los cuerpos de 17 refugiados que huyeron de la ciudad fueron recuperados de los escombros de su convoy, destruido por los tiros.
Las autoridades ucranianas descubrieron 17 cuerpos de civiles que formaban parte de una columna de vehículos que el lunes había sido alcanzada por tiros de lanzacohetes múltiples Grad que Kiev atribuyó a los insurgentes prorrusos, quienes lo desmintieron.
La columna de refugiados se desplazaba de Lugansk a Lutuguine, una ciudad controlada por el ejército ucraniano, cuando cayó en plena "zona de combate" en un momento en que los separatistas contraatacaban a las fuerzas gubernamentales.
Seis supervivientes fueron hospitalizados por quemaduras y heridas de diversa gravedad en Lutuguine, 25 km al sur de Lugansk, indicó este martes el servicio de prensa de la operación militar ucraniana contra los insurgentes prorrusos del Este.
Las operaciones de búsqueda de los cuerpos tuvieron que ser suspendidas debido a los combates, que se reanudaron en la zona, anunció un portavoz militar.
El ejército ucraniano dijo haber tomado uno de los barrios de Lugansk y afirmó que los combates callejeros causaban estragos en el centro de la ciudad.
No era posible verificar estas informaciones de manera independiente puesto que la prensa no puede acceder a la ciudad, sometida a bombardeos.
En la región de Donetsk, otro bastión de los separatistas bombardeado por el ejército, al menos tres civiles murieron este martes en la localidad de Makiivka, constató un fotógrafo de la AFP.
- Putin y Poroshenko próximamente en Minsk -
Rusia anunció este martes que el presidente Vladimir Putin viajará el 26 de agosto a Minsk para participar en una cumbre regional a la que asistirán también el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, y dirigentes de la Unión Europea (UE).
La presidencia rusa dijo que están previstos encuentros bilaterales durante esta cumbre, pero no precisó si habrá una reunión bilateral entre Putin y Poroshenko.
Por su parte, la presidencia ucraniana dijo que los líderes aprovecharían el encuentro para debatir entre otros temas la aplicación del Acuerdo de Asociación que Kiev firmó con la UE a finales de junio y al que Rusia se opone.
Al encuentro también asistirán la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton; el comisario europeo de Comercio, Karel de Gucht; y el de Energía, Günther Oettinger; además de los presidentes de Bielorrusia y Kazajistán.
La cumbre de Misk será la primera oportunidad de Putin y Poroshenko para verse cara a cara desde una breve charla al margen de la conmemoración del aniversario del desembarco de Normandía, a inicios de junio, aunque han hablado en varias ocasiones por teléfono.
Poroshenko también anunció una visita a Bruselas el 30 de agosto tras entrevistarse por teléfono con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
En medio de este baile diplomático, Berlín confirmó que la canciller Angela Merkel visitará Ucrania el sábado.
Los intentos de encontrar una solución diplomática al conflicto en Ucrania ya resultaron infructuosos el domingo durante una reunión en Berlín de los ministros de Asuntos Exteriores de Ucrania, Rusia, Alemania y Francia, mientras la situación humanitaria sigue degradándose.
Las autoridades de Lugansk multiplicaron los llamamientos de ayuda frente a una situación "crítica" tras 17 días sin agua, electricidad, comunicaciones ni abastecimiento.
La Alcaldía de la ciudad dio cuenta de "civiles muertos y heridos en enfrentamientos en la madrugada del martes", y advirtió sobre la propagación de enfermedades infecciosas debido a la ausencia de agua potable y la acumulación de basura.
Mientras tanto, el convoy ruso de ayuda humanitaria sigue esperando por sexto día consecutivo cerca de la frontera con Ucrania.
Las autoridades ucranianas no habían comenzado la inspección de los camiones bajo los auspicios de la Cruz Roja aludiendo a la ausencia de garantía sobre la seguridad en el traslado a territorio controlado por los rebeldes en Ucrania.
Kiev y Occidente temen que el convoy sirva de caballo de Troya para una invasión rusa, una sospecha que Moscú califica de absurda.