El ministerio del Interior español había anunciado el viernes el desmantelamiento de esta red en la ciudad autónoma de Ceuta, un territorio español del norte de África, y la detención de ocho personas.
"Van a ser puestos a disposición judicial imputados por el delito de integración de una organización terrorista", indicó el sábado el ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz.
"Los voluntarios enviados a Siria era unas decenas, en torno a 50 personas. Salieron de España, unas 12 de Ceuta y el resto de Marruecos", agregó.
Según el ministro, "tenían dos bases de actuación: una en Ceuta y otra contigua, en Marruecos, en los Castillejos".
"En algunos casos, podemos asegurar que entre los enviados se encontraban personas que se han inmolado para perpetrar atentados terroristas", declaró.
"Los voluntarios acabaron en las filas de Yabat al Nusra y otra fracción terrorista que se llama Isil (Estado Islámico de Irak y Levante)", según Fernández Díaz, para quien "estas personas y organizaciones están bajo la cobertura directa de la matriz de Al-Qaida".
"Las personas iban hasta (...) la frontera de Turquía con Siria. Y allí con pequeños grupos, o de forma individual, los facilitadores recogían a estos yihadistas bajo extremas medidas de seguridad, hasta dirigirlos a su destino final en las zonas de conflicto", puntualizó.
"Redes similares operan en otros países de Europa", afirmó el ministro.
"Es un peligro porque cuando estas personas vuelven (...) son auténticos terroristas que actúan después como lobos solitarios o bien en coordinación con sus bases, filiales de Al Qaida, pero que pueden cometer atentados", estimó.