Referendo constitucional divide a Egipto, militares llaman a "diálogo"

AFP (Agencia France-Presse)

EL CAIRO. - Islamistas egipcios se pronunciaron el sábado contra el pedido de la oposición al presidente Mohamed Mursi de aplazar el referéndum constitucional previsto el próximo 15 de diciembre, en momentos en que el ejército y la Unión Africana (UA) instaban al "diálogo" para superar la crisis política.

Miles de manifestantes ante las alambradas del ejército, en El Cairo
Miles de manifestantes ante las alambradas del ejército, en El Cairo
La calma reinaba el sábado en la mañana en los alrededores del palacio presidencial, en El Cairo, rodeado en la víspera por una multitud que manifestaba contra el jefe del Estado. Un centenar de manifestantes permanecía en la zona, vigilado sin tensión por soldados que bloqueaban los accesos mediante alambradas y blindados.
Una coalición de trece partidos islamistas egipcios, entre ellos los Hermanos Musulmanes, rechazó todo aplazamiento del referéndum sobre el proyecto de Constitución que divide al país.
Estos partidos "insisten para que el referéndum sobre la Constitución se lleve a cabo en la fecha prevista, sin modificación ni aplazamiento", según un comunicado firmado por los Hermanos y su brazo político, el Partido de la Libertad y la Justicia (PLJ), así como por el partido Al Nour, principal formación fundamentalista de Egipto.
Estos partidos y movimientos dominaban la comisión que elaboró el proyecto de Constitución.
También este sábado, el ejército egipcio anunció en un comunicado que "el diálogo es la mejor y la única vía" para resolver la crisis que opone a Mursi y la oposición desde hace más de dos semanas.
Este comunicado constituye la primera reacción oficial del ejército, que no se ha pronunciado a favor de ninguno de los bandos desde el comienzo de la crisis, provocada por un decreto de Mursi del pasado 22 de noviembre que reforzó los poderes del mandatario.
La oposición reclama el retiro del decreto y denuncia el referéndum programado para el 15 de diciembre, considerando que abre la vía a una islamización acentuada de la legislación y no brinda garantías para las libertades.
Por su parte, la Unión Africana también instó el sábado al "diálogo" en Egipto. En un comunicado publicado en Adís Abeba, sede de la UA, se "destaca el imperativo que significa para todas las partes implicadas iniciar un diálogo y trabajar en la perspectiva de un proceso consensual de elaboración de una Constitución".
En El Cairo, durante la noche del viernes, más de 10.000 opositores a Mursi se congregaron delante de la presidencia.
Los manifestantes lanzaron la emblemática consigna de "lárgate" así como otras que recordaban las de la revuelta contra el régimen de Hosni Mubarak a comienzos de 2011, tratando a Mursi de "cordero" a las órdenes de los Hermanos Musulmanes.
Mursi y sus partidarios aseguran que los poderes excepcionales que se otorgó el mandatario sólo serán temporales y apuntan a favorecer un retorno a la estabilidad y a acelerar una transición hacia la democracia que dura ya casi dos años.
El viernes, el vicepresidente Mahmud Mekki había dado un paso en dirección de la oposición, afirmando que Mursi "podría aceptar postergar el referéndum", pero al mismo tiempo pidió que la oposición no utilice esta postergación, cuestionable desde el punto de vista del calendario legal, para recurrir a la justicia contra Mursi.
El voto de los egipcios en el extranjero, que debía comenzar el sábado, fue postergado para el miércoles próximo.
De su lado, la fiscalía general indicó a la AFP que 133 personas detenidas durante los incidentes del miércoles que dejaron siete muertos y cientos de heridos, habían sido liberadas.
El cotidiano gubernamental Al Ahram estimaba el sábado que había "una apertura en la crisis política".
El diario independiente Al Masri al Yum destacaba por el contrario la determinación de los manifestantes, cuya movilización del viernes le sacó la "tarjeta roja" a Mursi.


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