Reino Unido propone unión aduanera temporal "post Brexit"
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Bruselas. - La factura que Reino Unido deberá pagar a su salida de la Unión Europea (UE) no se conocerá antes de la próxima cumbre a mediados de octubre, dijo hoy el ministro británico responsable de la negociación, David Davis, que propuso una unión aduanera temporal para regular la relación comercial "post Brexit".
"La factura del divorcio", es decir las obligaciones financieras pendientes de Londres con el bloque, no se conocerá antes de la próxima cumbre de la UE a mediados de octubre, señaló en declaraciones a la BBC radio. "No habrá una cifra antes de octubre o noviembre".
Bruselas se niega sin embargo a iniciar las negociaciones sobre la relación "post-Brexit" con Londres antes de que se haya abordado cómo se llevará a cabo la retirada del país, incluyendo "la factura del divorcio".
La mayoría de los británicos votaron a favor de abandonar la UE en un referéndum el 23 de junio del año pasado. La solicitud oficial se presentó en marzo, con lo cual el país saldría del bloque en marzo de 2019.
Davis hizo los comentarios coincidiendo con la presentación hoy de una serie de documentos sobre la posición de Reino Unido en las negociaciones. Entre otros puntos, Londres pide regular la relación comercial "post-Brexit" con la UE a través de una unión aduanera temporal de unos dos años o algo menos.
Reino Unido no puede firmar nuevos acuerdos comerciales con otros países mientras siga siendo miembro de la UE, pero su propuesta sugiere que pueda empezar a trabajar para forjar nuevos tratados durante esa fase interina.
Londres busca tratados de este tipo con Estados Unidos, China y Japón, como apunta un previsto viaje de la primera ministra, Theresa May, a Tokio a finales de mes.
"Sería mucho más sensato, creemos, si hubiera un breve periodo en el que mantengamos los compromisos actuales de forma que podamos seguir vendiendo nuestros bienes y servicios por 230.000 millones al año", afirmó Davis.
La Comisión Europea saludó la recepción del documento, que dijo es la primera respuesta de Londres a los nueve puntos que Bruselas publicó antes del verano (boreal). La Comisión consideró al documento "un paso positivo hacia la fase actual de negociaciones que empieza ahora realmente".
"El reloj corre y eso nos permitirá progresar", dijo un portavoz de la UE, añadiendo que la Comisión estudiará el documento "con detenimiento" ante la nueva ronda de negociaciones prevista para fines de agosto.
Davis admitió sin embargo que no todo está claro en el documento y dijo que la "ambigüedad constructiva" es típica de las negociaciones.
Davis se mostró confiado y dijo que a las dos partes les interesaría un acuerdo de transición, en el que sin embargo negó que Londres vaya a seguir contribuyendo al presupuesto de la UE. "Para decirlo claro, no continuaremos pagando los 10.000 millones (de libras británicas, unos 11.000 millones de euros)", señaló.
Mañana miércoles está previsto que el Ministerio del Brexit presente un documento con su postura sobre la nueva frontera exterior de la UE en la isla de Irlanda. Todas las partes quieren evitar que se levanten postes o árboles en la frontera de 300 kilómetros, algo que no está claro cómo podría evitarse si Reino Unido abandona la unión aduanera y el mercado común. Los habitantes de Irlanda temen verse perjudicados económicamente.
Hasta ahora las negociaciones del "Brexit" han avanzado con mucha lentitud. Entre los temas más espinosos de las negociaciones se encuentra la frontera entre Irlanda, miembro de la UE y Reino Unido cuando deje de serlo, las exigencias financieras de Bruselas a Londres por hasta 100.000 millones de euros y el derecho de permanencia de 3,2 millones de ciudadanos europeos en el Reino Unido y 1,2 millones de británicos en la UE.
Bruselas se niega sin embargo a iniciar las negociaciones sobre la relación "post-Brexit" con Londres antes de que se haya abordado cómo se llevará a cabo la retirada del país, incluyendo "la factura del divorcio".
La mayoría de los británicos votaron a favor de abandonar la UE en un referéndum el 23 de junio del año pasado. La solicitud oficial se presentó en marzo, con lo cual el país saldría del bloque en marzo de 2019.
Davis hizo los comentarios coincidiendo con la presentación hoy de una serie de documentos sobre la posición de Reino Unido en las negociaciones. Entre otros puntos, Londres pide regular la relación comercial "post-Brexit" con la UE a través de una unión aduanera temporal de unos dos años o algo menos.
Reino Unido no puede firmar nuevos acuerdos comerciales con otros países mientras siga siendo miembro de la UE, pero su propuesta sugiere que pueda empezar a trabajar para forjar nuevos tratados durante esa fase interina.
Londres busca tratados de este tipo con Estados Unidos, China y Japón, como apunta un previsto viaje de la primera ministra, Theresa May, a Tokio a finales de mes.
"Sería mucho más sensato, creemos, si hubiera un breve periodo en el que mantengamos los compromisos actuales de forma que podamos seguir vendiendo nuestros bienes y servicios por 230.000 millones al año", afirmó Davis.
La Comisión Europea saludó la recepción del documento, que dijo es la primera respuesta de Londres a los nueve puntos que Bruselas publicó antes del verano (boreal). La Comisión consideró al documento "un paso positivo hacia la fase actual de negociaciones que empieza ahora realmente".
"El reloj corre y eso nos permitirá progresar", dijo un portavoz de la UE, añadiendo que la Comisión estudiará el documento "con detenimiento" ante la nueva ronda de negociaciones prevista para fines de agosto.
Davis admitió sin embargo que no todo está claro en el documento y dijo que la "ambigüedad constructiva" es típica de las negociaciones.
Davis se mostró confiado y dijo que a las dos partes les interesaría un acuerdo de transición, en el que sin embargo negó que Londres vaya a seguir contribuyendo al presupuesto de la UE. "Para decirlo claro, no continuaremos pagando los 10.000 millones (de libras británicas, unos 11.000 millones de euros)", señaló.
Mañana miércoles está previsto que el Ministerio del Brexit presente un documento con su postura sobre la nueva frontera exterior de la UE en la isla de Irlanda. Todas las partes quieren evitar que se levanten postes o árboles en la frontera de 300 kilómetros, algo que no está claro cómo podría evitarse si Reino Unido abandona la unión aduanera y el mercado común. Los habitantes de Irlanda temen verse perjudicados económicamente.
Hasta ahora las negociaciones del "Brexit" han avanzado con mucha lentitud. Entre los temas más espinosos de las negociaciones se encuentra la frontera entre Irlanda, miembro de la UE y Reino Unido cuando deje de serlo, las exigencias financieras de Bruselas a Londres por hasta 100.000 millones de euros y el derecho de permanencia de 3,2 millones de ciudadanos europeos en el Reino Unido y 1,2 millones de británicos en la UE.