La UE "reitera su disposición a reconocer, cuando sea oportuno, un Estado palestino", indicaron los ministros europeos de Relaciones Exteriores en una declaración adoptada en una reunión en Bruselas.
Los 27 retomaron el calendario fijado por el Cuarteto para Oriente Medio (ONU, UE, Rusia, Estados Unidos) para que israelíes y palestinos hallen una "solución negociada" al conflicto en un plazo de 12 meses, es decir, de aquí a fines de 2011.
Igualmente, señalaron que no reconocerán ningún cambio de las fronteras de 1967 para un Estado palestino, "salvo los negociados por ambas partes", y que podrían incluir, si fuera necesario, un "intercambio de territorios".
El texto es el resultado de una difícil negociación entre los países miembros de la UE, divididos entre partidarios y renuentes a adoptar una postura firme con Israel en respuesta a su negativa a prolongar su moratoria sobre la colonización en Cisjordania.
Aunque para los israelíes ésta es una "cuestión menor", según afirmó el lunes su primer ministro, Benjamin Netanyahu, los palestinos se niegan a volver a la mesa de negociaciones mientras el Estado hebreo prosiga esa política.
La UE "lamentó" el rechazo de Israel, recordando que los asentamientos en los territorios ocupados son "ilegales", según el derecho internacional.
Algunos países europeos se sienten "frustrados", admitieron fuentes diplomáticas, ante la falta de consenso para ir más lejos para forzar a Israel a flexibilizar su postura y retomar el diálogo con los palestinos.
Ante el bloqueo de las negociaciones de paz, los palestinos buscan alternativas, pidiendo el reconocimiento de su Estado con las fronteras anteriores a la ocupación israelí de 1967, principalmente de Cisjordania, la franja de Gaza y Jerusalén Este.
Brasil y Argentina anunciaron en los últimos días que reconocían la existencia de Palestina como Estado y Uruguay anunció que lo hará en 2011.
El presidente palestino, Mahmud Abas, pidió el lunes a la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, un paso en esa dirección.
Por su parte, el principal negociador palestino, Saeb Erakat, emplazó a los europeos a "reconocer los dos Estados (israelí y palestino) en las fronteras de 1967" y a la vez a "obligar al gobierno israelí a cesar completamente la colonización, inclusive en Jerusalén Este".
Pero la presión a los europeos también se ejerce desde dentro.
Un total de 26 ex responsables europeos, entre éstos el ex jefe del gobierno español Felipe González, el ex canciller alemán Helmut Schmidt y Romano Prodi, ex presidente de la Comisión Europea, pidieron en una reciente misiva enviada a Ashton endurecer la política con Israel.
En particular, reclamaron condicionar las relaciones con Israel a que detenga la construcción de asentamientos, dándole un ultimátum hasta abril de 2011, fecha a partir de la cual propusieron denunciar el caso ante la ONU.
Pero ningún consenso en ese sentido emergió durante la reunión de los jefes de la diplomacia de la UE.
El luxemburgués Jean Asselborn fue apenas la única voz que se mostró públicamente partidaria de "congelar un poco las relaciones entre la UE e Israel si no se retoman las negociaciones de paz".