El régimen de Baréin "sabe seguramente que la agresión contra el ayatolá Isa Qasim es una línea roja que, una vez cruzada, inflamará Baréin y toda la región", afirmó el general Soleimani, jefe de la Fuerza Quds (operaciones exteriores) de los Guardianes de la Revolución.
Manama "debería saber [también] que insultar al ayatolá Isa Qasim y mantener una presión intensa sobre el pueblo de Baréin marcará el inicio de una sangrienta intifada (insurrección)", agregó el general. "Sus repercusiones serán responsabilidad de quienes legitiman la insolencia de los dirigentes de Bahréin", continuó.
El general Soleimani denunció "el silencio ensordecedor de la ONU, Estados Unidos y los países occidentales" ante "la extensión de los crímenes y la opresión" de la dinastía en el poder en Manama.
El gobierno bareiní retiró el lunes la nacionalidad al jeque Isa Qasim, principal dignatario chiita del país y crítico con el poder sunita, decisión que desencadenó protestas en su pueblo.
Considerado el jefe espiritual de la mayoría chiita, Isa Qasim, imán y predicador en una mezquita de la localidad de Diraz, es conocido por sus críticas contra el gobierno durante sus prédicas en el rezo semanal del viernes.
Las autoridades no dieron ninguna indicación sobre la suerte de Isa Qasim. En principio debería ser expulsado del reino, pero el proceso suele ser largo.