Reunión entre Ortega y obipos concluye sin "humo blanco" en Nicaragua

DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)

Managua. - Una esperada reunión entre el presidente Daniel Ortega y los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) concluyó hoy sin resultados concretos, al cumplirse 50 días de crisis y protestas sociales que dejaron 127 muertos y más de 1.200 heridos, y que amenazan con agravarse.

Los 10 obispos de la CEN se reunieron con Ortega y le entregaron una agenda de diálogo basada en la “democratización” del país, que incluiría su retiro anticipado del poder, según informaron los religiosos en un comunicado.
El cardenal Leopoldo Brenes, presidente de la CEN, que leyó el informe ante los periodistas, dijo que la reunión de más de dos horas con Ortega transcurrió “en un ambiente de serenidad, franqueza y sinceridad”.
Los obispos le plantearon a Ortega “el dolor y la angustia del pueblo ante la violencia sufrida en las últimas semanas” y le entregaron “la agenda consensuada en la mesa del diálogo nacional sobre la democratización del país”, indicó el comunicado.
Todos los religiosos lucían rostros serios y no permitieron formular preguntas a la prensa, que había aguardado el momento con gran expectativa. Sólo el obispo Silvio Báez, acosado por los reporteros, comentó escuetamente que Ortega podría responder en un par de días.
Según el comunicado, una vez que el presidente conteste por escrito, los obispos convocarían a la mesa plenaria del diálogo nacional para valorar su respuesta y determinar si es posible reanudar las conversaciones.
La agenda de la democratización fue planteada por la opositora Alianza Cívica en el diálogo nacional que comenzó el 16 de mayo y quedó suspendido el 23 de ese mes por falta de consenso.
El Gobierno rechazó discutir los 40 puntos de esa propuesta, que calificó de "ruta hacia un golpe de Estado”. La agenda incluye, entre otros temas, el retiro de Ortega del poder, una reforma a la Constitución y la convocatoria a elecciones anticipadas.
La CEN sostuvo en el comunicado que la propuesta entregada a Ortega “recoge los sentimientos de muchos sectores de la sociedad nicaragüense y expresa el anhelo de la mayoría de la población”.
“La falta de acuerdos entre Ortega y los obispos para reanudar el diálogo evidencia el aferramiento al poder del dictador”, tuiteó el periodista Carlos Fernando Chamorro, conocido crítico del Gobierno.
“El país clama por justicia, democracia y elecciones libres. Sólo el pueblo puede sacar a Ortega-Murillo del poder con la presión cívica y el paro ciudadano”, agregó Chamorro tras opinar que las protestas “arreciarán”.
La grave crisis política en Nicaragua lleva ya 50 días y ha dejado al menos 127 muertos y más de 1.200 heridos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque el Gobierno sólo reconoce 42 fallecidos.
La reunión de Ortega con los obispos tuvo lugar en medio de grandes tensiones y mientras Managua se encuentra virtualmente incomunicada, debido al aumento de “tranques” (retenes) en las principales carreteras hacia el interior y sobre la vía Panamericana, que comunica el país con el resto del continente.
Solamente en los últimos tres días, grupos paramilitares atacaron las ciudades de Chinandega (noroeste), Granada (sur) y Masaya, vecina a la capital y que permanece bajo control de pobladores atrincherados en barricadas. Varias personas murieron en esos ataques armados.
Mientras, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció restricciones de visado a funcionarios del Gobierno nicaragüense involucrados en la represión de manifestaciones opositoras.
"La violencia política por parte de la policía y de matones progubernamentales contra el pueblo de Nicaragua, particularmente contra estudiantes universitarios, muestra una flagrante indiferencia por los derechos humanos y es inaceptable", indicó un comunicado oficial.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, decidió aplicar las restricciones de visado para los individuos responsables de "abusos de derechos humanos y de socavar la democracia en Nicaragua", subrayó el informe.
Sin identificar a los afectados, reveló que entre ellos hay miembros de la policía, de gobiernos municipales y un funcionario del Ministerio de Salud, algunos de cuyos familiares también podrían sufrir restricciones de visas.
"Estamos enviando un claro mensaje de que los que violan los derechos humanos y los que socavan la democracia no son bienvenidos en Estados Unidos", apuntó el documento oficial.

El partido del presidente Daniel Ortega, el Frente Sandinista de Liberación Nacional-FSLN-hizo una revolución contra una dictadura en 1979. Gobernó de 1979 a 1990 cuando perdió las elecciones.

El FSLN volvió a ganar las elecciones en 2006, y desde entonces gobierna en Nicaragua.


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