"Hay una sed de libertad que creará una oferta, una bocanada de oxígeno" pronostica Dilem, célebre caricaturista del diario argelino en francés "Liberté".
Dilem se encuentra en Francia, donde participa en un encuentro internacional organizado por la Asociación "Cartooning for peace", creada por el célebre dibujante francés Plantu.
Ali Dilem, de 44 años, alega como prueba "la pequeña apertura en Argelia que muestra actualmente el dibujo humorístico de prensa en ese país", después de las grandes manifestaciones de 1988, cuando los "Argelinos salieron a las calles".
Desde entonces, el presidente "Bouteflika dejó expresarse a algunos diarios, lo que hace que no tenga la reputación de un Ben Alí, aún cuando la democracia no es lo que uno quisiera que fuese", agregó el dibujante que tiene en su haber nada menos de 58 procesos judiciales.
Hoy en día "la gente cuenta las moscas que dibujo en torno a los militares. y si hay una de menos, me acusan de cambiar de chaqueta" agregó.
Este aire de libertad, Jalid Gueddar lo advierte también en su país, con las manifestaciones que tuvieron lugar en Marruecos durante la "primavera árabe", aun cuando hayan sido de menor magnitud que en Túnez.
"El rey en Marruecos, presionado sobre todo por la calle, debió hacer un gesto y liberó a 190 detenidos (entre los cuales prisioneros políticos). Hay una voluntad de cambio. El espacio de libertad se hará mayor", quiere creer Jalid Gueddar.
Después de pasar nueve meses en su país, "donde los periódicos tienen miedo de contratarme", el dibujante vuelve a Francia para crear su propio título.
En febrero de 2010, Jalid Gueddar que en Francia fue uno de los fundadores del portal de información satírico político Bakchich ("Coima"), fue condenado en Marruecos a tres años de prisión con remisión por haber dibujado a un miembro de la familia real.
Por razones similares, también fue despedido de dos diarios marroquíes en idioma árabe.
"En Marruecos hay tres tabúes, el rey y por lo tanto su familia, el Sáhara Occidental y el Islam". Hoy se rompió el tabú del Sáhara, mañana será el del rey y mañana el del Islam" quiere creer el dibujante.
"Por el momento, las cosas cambian pero no se sabe en qué dirección. Es seguro que es mejor que antes, pero ¿en qué medida?", se pregunta.
Corresponde a los dibujantes de prensa aprovechar la oportunidad que se presenta, estima también Alí Dilem. Pues para él, es ante todo "el ánimo" del dibujante el que afirma la libertad de su gesto, sea cual sea el régimen.
Pero si el caricaturista cree en un nuevo aliento para el dibujo de prensa en el Magreb, es menos optimista en cuanto al futuro de sus regímenes políticos.
"Todo esto puede culminar en el islamismo", advierte. "¿Qué ha hecho el gobierno de transición tunecino? legalizar el partido islamista tunecino Ennnahda!", lamenta.
Jalid Gueddar es más optimista y recuerda que "la mayoría de los tunecinos son laicos".