Rio de Janeiro ante el desafío de recuperar su patrimonio histórico
AFP (Agencia France-Presse)
RIO DE JANEIRO, Daniel Monnerat, (AFP) - Rio de Janeiro, que será una de las sedes del Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos 2016, recibirá enormes inversiones en infraestructura, transporte y seguridad, pero las autoridades reconocen que no existe un plan de recuperación del patrimonio histórico de cara a esos eventos que atraerán miles de turistas.
Un viejo edificio de Rio de Janeiro.
"Necesitamos un aporte financiero mayor" debido al gran número de monumentos que hay en la ciudad, agregó en entrevista con la AFP.
Apenas para los Juegos Olímpicos, Rio de Janeiro espera inicialmente una inversión de unos 17.000 millones de dólares entre fondos públicos y privados. En su preparación para el Mundial 2014, recibiría otros 7.000 millones, según estimaciones del gobierno y de empresarios.
Este dinero será invertido principalmente en obras de infraestructura -que ya presentan importantes atrasos-, mejoramiento de las vías y servicio de transporte público, y en la lucha contra la inseguridad.
Sin embargo, no existe un plan general para el rescate del deteriorado patrimonio histórico, sino algunos proyectos de restauración aislados.
Según el subsecretario de Patrimonio Cultural de la municipalidad de Rio, Washington Fajardo, la designación de la proclamada 'ciudad maravillosa' para albergar estos eventos deportivos despertó una "euforia de la construcción" que representa una "amenaza" a los acervos históricos.
"Con los Juegos Olímpicos la ciudad recibirá muchas construcciones. Eso puede ser una amenaza a la calidad del ambiente construido", explicó el responsable a la AFP.
Fajardo reconoció que "hay un cierto descontrol en el proceso de construcción", pero adelantó que el alcalde Eduardo Paes ordenará la revisión de los nuevos proyectos para que no afecten el paisaje de la ciudad.
Además, el funcionario aseguró que la alcaldía prometió invertir millonarias sumas para rescatar espacios públicos, a propósito también de la candidatura que recientemente presentó Rio de Janeiro para convertirse en Patrimonio Mundial de la UNESCO. Pero no precisó detalles de estos planes.
En 1808, Rio de Janeiro recibió a la corte real portuguesa que huía de las fuerzas francesas de Napoleón Bonaparte, que invadieron la península ibérica. Para recibir al emperador Joao VI como capital del imperio ultramarino portugués, la ciudad pasó por una revolución urbanística que la transformó en "la más europea de las ciudades brasileñas".
En la actualidad, ese impresionante legado imperial, reflejado en monumentales edificios como el del Museo Histórico de la Ciudad tiene "problemas estructurales completamente visibles", se lamentó uno de sus empleados, Gleice Mayer, también estudiante de museología.
"Hay filtraciones por todas partes, lo que es totalmente inaceptable pues se trata de un espacio que abriga un acervo rico en memoria", criticó Mayer, de 24 años. Este museo fue reabierto recientemente después de estar cerrado por varios años.
Otro ejemplo es la sede del Instituto de Filosofía y Ciencias Sociales de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (IFCS), que también queda en un bello edificio de mediados del siglo XVIII aunque su fachada se encuentra en estado de total abandono.
Su director, Marco Antonio Teixeira, sostiene que la inseguridad que reina en todo el casco histórico de la ciudad tampoco ayuda a su conservación.
"No hay policía, no hay iluminación, nada", protestó. "Los desagües del edificio son de bronce y de latón antiguo, y las personas se los roban. Es dramático", exclamó.
Teixeira resumió la situación actual del casco histórico de Rio de Janeiro en una sola frase: "Esto es simplemente tierra de nadie".