Rousseff, primera presidenta de Brasil, asume el poder y la herencia de Lula

AFP (Agence France-Presse)

BRASILIA, Aldo Gamboa, (AFP) - La economista Dilma Rousseff se convertirá el sábado en la primera mujer en presidir Brasil, con el desafío de asegurar la continuidad del gobierno de su popular padrino político, Luiz Inacio Lula da Silva, que deja un país en plena expansión económica.

Dilma Y Lula
Dilma Y Lula
Es un momento histórico para el gigante sudamericano, que por primera vez tendrá al frente a una mujer para seguir consolidando su democracia, mantener su fuerte crecimiento económico y avanzar en su proyección internacional, herencias de los ocho años de mandato de Lula.
El sábado, Rousseff será investida oficialmente como presidente después de jurar sobre la Constitución en el Congreso y de recibir de manos de Lula en el Palacio de Planalto la banda presidencial y las riendas de un país de 190 millones de habitantes.
Con ocasión de la Navidad, Lula pronunció un discurso en cadena de radio y TV donde se despidió de sus electores, pero aprovechó también para pedir apoyo a Rousseff. "Les pido a todos que apoyen a la nueva presidente, así como me apoyaron en todos los momentos", dijo el presidente que deja el mando con una aprobación récord de 87%.
Rousseff, de 63 años y a quien los brasileños llaman simplemente por su nombre de pila, Dilma, tendrá el desafío adicional de imprimir su marca personal en la gestión de gobierno, ocupando el espacio dejado por un líder político histórico como Lula.
La futura mandatario llega al gobierno generando enormes expectativas entre los brasileños, con un apoyo del 73% en la opinión pública.
Heredará un país con un crecimiento estimado de 7,6% en 2010 que atrae enormes inversiones extranjeras, con el desafío de organizar el Mundial de fútbol en 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 en Rio de Janeiro, pero también con deudas sociales históricas.
Bajo el gobierno de Lula 29 millones de personas salieron de la miseria, según cifras oficiales, pero casi la mitad de la población sigue sin tener saneamiento y la tasa de analfabetismo roza el 10%.
Además, Rousseff deberá luchar contra un elevado déficit fiscal, que su gobierno tendrá que enfrentar de inmediato, y adoptar decisiones que el mandatario saliente postergó, como definir los contratos para una millonaria compra de aviones para la Fuerza Aérea.
Para intentar cumplir su promesa de eliminar la miseria de Brasil, Rousseff contará con parte del equipo de gobierno de Lula, para continuar impulsando los planes sociales y los programas de modernización de infraestructura que demandan los sectores productivos.
Ocho ministros de los 25 del actual equipo de gobierno fueron reconfirmados en sus cargos y otros tres se mantendrán en el gabinete pero ocupando una función diferente.
"Es preciso tener en cuenta una cosa que parece simple: Dilma no es Lula. Ella es tributaria del gobierno de Lula, fue jefa de su gabinete, y su gestión no empezará de cero. Pero ella tendrá su marca", dijo a la AFP Rosemary Segurado, profesora de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo.
Para Segurado, la apertura de espacios políticos para las mujeres -con cinco ministras y cinco secretarias de rango ministerial- es una de esas marcas personales.
"Dejó claro que el Ministerio de Planificación será el pilar central de su gobierno, coordinando los programas sociales y las obras de infraestructura. Y ese ministerio estará en manos de una mujer, Miriam Belchior", remarcó la analista.
Detenida durante tres años durante el régimen militar por participar en la lucha armada, y dos veces divorciada, la victoria electoral de Rousseff rompió tabúes y prejuicios en Brasil, aunque durante la campaña electoral se vio envuelta en una polémica por su visión sobre el aborto como una cuestión de salud pública.
Asistirán a las ceremonias de investidura varios jefes de Estado y de gobierno, incluyendo presidentes sudamericanos, la secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton, y el príncipe español Felipe de Borbón.


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