Rusia y países ribereños acuerdan estatus para el Mar Caspio
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Aktau, Kazajistán. - Los países ribereños del Mar Caspio lograron tras décadas de negociaciones establecer un estatus legal sobre la mayor reserva de agua salobre del mundo, en un acuerdo que firmaron hoy los jefes de Estado de Azerbaiyán, Rusia, Kazajistán, Irán y Turkmenistán en la ciudad costera kazaja de Aktau.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que se había logrado un acuerdo equilibrado que eleva la cooperación a un nuevo nivel. Ahora los países firmantes tendrán que ratificar cada uno el tratado.
La disputa por el estatus del lago, cuyo tamaño es algo superior a la superficie de Alemania, surgió tras el derrumbe de la Unión Soviética. Hasta entonces la Rusia de los zares y posteriormente la Unión Soviética y los persas (en la actualidad Irán) controlaban estas aguas ligeramente saladas.
Con la independencia de Azerbaiyán, Kazajistán y Turkmenistán en 1991 se sumaron otros tres Estados con sus propias reivindicaciones. Desde 1996 los cinco países negocian los límites y usos de las aguas.
Aunque los cinco participantes en la cumbre han calificado el acuerdo de histórico, según Irán todavía queda un tema central sin resolver: "En la convención sobre el estatus legal del Mar Caspio no se define el reparto del suelo y subsuelo", apuntó el presidente de Irán, Hassan Rohani, según señaló la agencia de noticias Interfax. Sobre ese tema habrá que seguir negociando, señaló.
El reparto del suelo marino es determinante desde el punto de vista económico para la explotación de las grandes cantidades de gas y petróleo que se estiman bajo las aguas del Caspio. Además, también dependerá de cómo se van a construir los ductos sobre las aguas.
Turkmenistán está interesado en suministrar sus recursos energéticos al sur de Europa a través de Azerbaiyán. Europa podría así dejar de depender del gas ruso.
En el pasado, Rusia intentó obstaculizar la construcción de un oleducto de Turkmenistán a Azerbaiyán para reforzar su posición de suministrador de gas a Europa.
En la convención se estipula que ningún Ejército de un Estado ajeno a los ribereños puede utilizar el Caspio, una petición relevante sobre todo para Rusia.
Moscú considera amplias partes de la zona como su zona tradicional de influencia. Putin instó a los participantes en la cumbre a una cooperación también en transporte, así como en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
El viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Grigori Karassin, dijo antes al diario "Kommersant" que el Mar Caspio precisaba de un estatus especial, pues no puede ser considerado un mar en el estilo clásico, ya que no está conectado con ningún otro mar.
A su vez, debido a su tamaño y su particularidad geográfica tampoco puede ser considerado como un lago corriente. Karassin anunció que Rusia prevé seguir recurriendo en el futuro al formato de esta cumbre de países ribereños para abordar cuestiones de la cooperación.
La disputa por el estatus del lago, cuyo tamaño es algo superior a la superficie de Alemania, surgió tras el derrumbe de la Unión Soviética. Hasta entonces la Rusia de los zares y posteriormente la Unión Soviética y los persas (en la actualidad Irán) controlaban estas aguas ligeramente saladas.
Con la independencia de Azerbaiyán, Kazajistán y Turkmenistán en 1991 se sumaron otros tres Estados con sus propias reivindicaciones. Desde 1996 los cinco países negocian los límites y usos de las aguas.
Aunque los cinco participantes en la cumbre han calificado el acuerdo de histórico, según Irán todavía queda un tema central sin resolver: "En la convención sobre el estatus legal del Mar Caspio no se define el reparto del suelo y subsuelo", apuntó el presidente de Irán, Hassan Rohani, según señaló la agencia de noticias Interfax. Sobre ese tema habrá que seguir negociando, señaló.
El reparto del suelo marino es determinante desde el punto de vista económico para la explotación de las grandes cantidades de gas y petróleo que se estiman bajo las aguas del Caspio. Además, también dependerá de cómo se van a construir los ductos sobre las aguas.
Turkmenistán está interesado en suministrar sus recursos energéticos al sur de Europa a través de Azerbaiyán. Europa podría así dejar de depender del gas ruso.
En el pasado, Rusia intentó obstaculizar la construcción de un oleducto de Turkmenistán a Azerbaiyán para reforzar su posición de suministrador de gas a Europa.
En la convención se estipula que ningún Ejército de un Estado ajeno a los ribereños puede utilizar el Caspio, una petición relevante sobre todo para Rusia.
Moscú considera amplias partes de la zona como su zona tradicional de influencia. Putin instó a los participantes en la cumbre a una cooperación también en transporte, así como en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
El viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Grigori Karassin, dijo antes al diario "Kommersant" que el Mar Caspio precisaba de un estatus especial, pues no puede ser considerado un mar en el estilo clásico, ya que no está conectado con ningún otro mar.
A su vez, debido a su tamaño y su particularidad geográfica tampoco puede ser considerado como un lago corriente. Karassin anunció que Rusia prevé seguir recurriendo en el futuro al formato de esta cumbre de países ribereños para abordar cuestiones de la cooperación.