"Consideramos a cualquiera que permanezca en Irak como un ocupante opresor ante el que hay que resistir militarmente", declaró Sadr, en una carta publicada en la ciudad de Nayaf.
El presidente iraquí Jalal Talabani y el ministro de Relaciones Exteriores, Hoshyar Zebari anunciaron el miércoles que las diferentes facciones políticas del país habían dado el visto bueno a las negociaciones para una prolongación de la presencia militar estadounidense.
Estados Unidos aún tiene desplegados en Irak 47.000 soldados, que deben partir antes de finales del presente año, según el acuerdo firmado en 2008 entre Bagdad y Washington.