Salinas Basave, un "narrador fronterizo" de Tijuana a Buenos Aires

DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)

Buenos Aires. – Los cuentos fronterizos de "Juglares del Bordo" viajaron desde "la esquina norte de Latinoamérica", con la violenta realidad de Tijuana, hasta la 44 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, de la mano de su autor, el mexicano Daniel Salinas Basave.

El ganador de la segunda edición del Premio Literario Fundación El Libro por este volumen de relatos dice a dpa en Buenos Aires: "Si bien Tijuana es siempre mi fuente de inspiración, creo que éste es mi libro más radicalmente tijuanense, más radicalmente fronterizo, tanto por entornos como por lenguaje".
Salinas Basave (Monterrey, 1974), quien se nutrió también de su amplia experiencia como reportero, se define como un "narrador fronterizo". "Juego con la palabra frontera porque para mí hay varias vertientes. Por una parte es la frontera geográfica México-Estados Unidos, que es el escenario de muchos de mis cuentos".
El finalista el año pasado del Premio Hispanoamericano de Cuento
Gabriel García Márquez con "Días de whisky malo" por otro lado pone en juego el límite entre periodismo y literatura. "Porque soy reportero de formación. Y es también la frontera entre la ficción y la realidad, entre los sueños y la razón".
Salinas Basave presentó el martes por la tarde en la Feria del Libro de Buenos Aires que organiza la Fundación El Libro el recientemente publicado "Juglares del Bordo". El volumen de relatos fue premiado a fines de marzo por un jurado integrado por el puertorriqueño Eduardo Lalo y los argentinos Ana María Shua, Mempo Giardinelli, Jorge Lafforgue y Carlos Gamerro.
El autor del libro de cuentos "Dispárenme como a Blancornelas", el ensayo "Bajo la luz de una estrella muerta" y la novela "Vientos de Santa Ana" asegura que, si no viviera en Tijuana, su escritura sería "muy distinta". "Yo le debo mucho a mi ciudad como fuente de inspiración", manifiesta.
"En su violencia, en su caos y en su horror, pero también en su profundo amor, porque Tijuana no deja de ser finalmente una madre amorosa, pues es una ciudad que para mí acaba siendo como una amante o como una mujer que quizás en un principio te puede parecer muy agresiva, muy hostil, pero de la que finalmente te acabas enamorando", analiza.
La muerte en Tijuana está omnipresente: "Cuando te hablo de los cadáveres en la carretera es porque los he visto. Yo vivo en esa carretera. Pues es un lugar donde suelen tirar cadáveres y me ha tocado verlos. Es algo terrible, a veces voy con mi hijo a la escuela y aparece un cadáver ahí en la cuneta y trato de que no vea nada".
Respecto de la presencia del humor negro en "Juglares del Bordo", dice: "A veces, cuando el infierno te envuelve, lo que te queda es la más mexicana de las alternativas, que es darle un abrazo a la muerte y tomarte un mezcal con ella, reírte un poco y tratar de ver el lado grotesco, socarrón".
En los cuentos aparecen personajes como una joven reportera del diario ficticio "El Bordo", una muchacha que atiende en una gasolinera y una excursionista que muere en un cerro, al igual que los socorristas que intentan rescatarla. Asimismo transitan por las páginas del libro un periodista clarividente, dos hermanas separadas por la frontera que divide México y Estados Unidos y un vendedor de periódicos que ofrece "El Bordo" en su último día de circulación.
El escritor mexicano destaca que el periódico imaginario "está presente en casi todos los relatos, en algunos de una manera muy frontal y en otros apenas como una sombra, pero siempre está. Ocho de las nueve historias ocurren en la frontera bajacaliforniana y también quizá un elemento común pueda ser la ilusión. Ilusiones a veces un poco absurdas, banderas de causas perdidas a las que uno pese a todo se aferra".
Salinas Basave se aboca desde 2012 solamente a la literatura, gracias a la ayuda de su esposa y de los premios. "Me dedico de lleno a ser un albañil de la escritura. Y es difícil, porque en el fondo yo me sigo considerando un reportero que es un poco como un intruso o un huésped no invitado al mundo de la literatura, porque no me formé en él. Quiero mantener siempre la curiosidad del reportero, la mirada curiosa del que patea la calle", admite.
"Creo que en muchas de las historias lo único que he hecho es tomar por asalto el diálogo interno y los pensamientos de personajes que antes narraba desde el punto de vista de un reportero", añade. La literatura "te permite imaginarte lo que piensa la otra persona, ponerte en sus zapatos, mirar con sus ojos, hablar con sus palabras".
Mientras tanto, Salinas Basave se muestra entusiasmado con la avenida Corrientes y sus librerías, así como con su primera participación en la Feria del Libro porteña, que se extiende hasta el 14 de mayo. "Me parece que estoy siendo el personaje de una historia que alguien más está escribiendo. Y es una historia fantástica, que todavía no me la creo, todo lo que me está pasando en los últimos meses". 


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