Salir de Gaza, una cuestión de vida o muerte para los enfermos

AFP (Agencia France-Presse)

Gaza, Palestina. - Fuad Skik lleva meses esperando el salvoconducto que le permitirá salir de la Franja de Gaza para someterse a un tratamiento en Israel contra el cáncer que padece. No es el único sin noticias, hay miles de gazatíes en su situación.

"A finales de 2016, pedí un permiso de salida israelí e inscribí a mi mujer como acompañante. Pero no obtuve respuesta", declara a la AFP este palestino de 53 años. En estos meses su cáncer se ha extendido, dice.
Para Fuad Skik y otros muchos gazatíes salir de Gaza es vital. El sistema de salud es insuficiente para tratar las enfermedades graves y la única esperanza es ir a Cisjordania, el otro territorio palestino, Israel, Jordania o Egipto.
Pero para entrar en Israel o en Cisjordania se necesita un salvoconducto expedido por las autoridades israelíes en coordinación con las palestinas. Israel somete a la Franja de Gaza a un bloqueo riguroso, a causa del grupo islamista Hamas, su enemigo que gobierna el enclave.
El procedimiento suele ser largo y aleatorio. Las justificaciones humanitarias y médicas pesan sobre la decisión. 
 

- Israel acusa a Hamas -

 
La situación se ha deteriorado recientemente, afirman los responsables palestinos.
Antes, "125 pacientes y sus acompañantes cruzaban cada día. Ahora no conseguimos más de 40 o 50 permisos", asegura Mohamed al Maqadma, de la organización palestina que coordina el paso hacia Israel.
En enero, más del 53% de los casi 3.000 pacientes que presentaron una demanda recibieron una negativa o ninguna respuesta, así como más del 61% de los acompañantes, sostiene la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Cogat, órgano israelí que coordina las entradas y salidas de bienes y personas, afirma por el contrario que han aumentado. En 2013 salieron 22.380 pacientes y acompañantes y en 2016 fueron 30.768, asegura.
Paralelamente, "hemos visto aumentar los intentos de Hamas por aprovecharse de la ayuda israelí con fines terroristas". De ahí los interrogatorios a los pacientes y la prolongación de las formalidades.
Un argumento difícil de entender para los enfermos. En la Franja de Gaza se practica la cirugía pero no hay radioterapia y no pueden aplicarles quimioterapia porque carecen de casi la mitad de los componentes necesarios.
Seis de cada diez enfermos de cáncer de Gaza necesitan un tratamiento que no está disponible en el enclave, afirma Mahmud Dhaher, de la OMS.
Al mismo tiempo, el número de cánceres detectados aumenta cada año en un 20%, según Jaled Thabet, jefe del departamento de oncología del hospital Rantisi, en el norte de la Franja de Gaza. 
En 2016, alrededor de 22.000 gazatíes enfermos de distintas dolencias debían recibir tratamiento fuera de Gaza, añade. Pero "sólo el 60% de ellos obtuvieron un permiso". 
 

- Iniciativa privada -

 
Ese mismo año, el Centro Palestino de Derechos Humanos (PCHR) pidió que se reexamine el rechazo a 1.040 salvoconductos. Obtuvo "418 respuestas positivas", declaró a la AFP Mohamed Bseiso, abogado del centro.
Para algunos fue demasiado tarde. Ahmed Shbair, de 17 años, murió en enero por no haber podido salir para ser curado de una malformación cardíaca, asegura.
Su familia presentó cuatro solicitudes desde noviembre y su madre y él se sometieron a interrogatorios de los israelíes, sostiene la OMS. Les denegaron dos y el tercero quedó sin respuesta. La última, de enero, no tuvo tiempo de ser tratada. El joven había muerto.
Por eso, algunos intentan mejorar la calidad de los tratamientos en Gaza. Tharwat al Helu acaba de abrir la primera clínica privada del territorio, que contará con 90 camas.
Pero el establecimiento se topará con un problema de peso para hacer entrar material médico: la preocupación israelí de que sea desviado con fines "terroristas".


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