Santos y Maduro se reunirán el lunes en Quito por crisis fronteriza
AFP (Agencia France-Presse)
Quito, Ecuador. - Los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Venezuela, Nicolás Maduro, se reunirán el lunes en Quito para tratar de resolver la crisis fronteriza y diplomática bilateral que deja miles de colombianos afectados, incluidos unos 1.500 deportados, anunció el gobierno ecuatoriano este miércoles.
"El día lunes habrá una reunión entre el presidente Juan Manuel Santos y el presidente Nicolás Maduro, en Quito, la capital del Ecuador. Son buenas noticias para América Latina", dijo el mandatario Rafael Correa en un discurso pronunciado en Azogues, en el sur de Ecuador.
La reunión se concretó tras las gestiones que realizó el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, quien viajó el lunes a Caracas y Bogotá.
"El día de hoy los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Colombia, Juan Manuel Santos, han aceptado la invitación formulada por los presidentes pro témpore de Unasur, Tabaré Vásquez, y de la Celac, Rafael Correa, para reunirse en la capital ecuatoriana a efecto de dialogar sobre los temas que son de su interés bilateral", afirmó Patiño en conferencia de prensa en Quito.
La reunión se llevará a cabo a partir de las 14H00 (19H00 GMT) en el Palacio de Carandolet, sede presidencial.
Ecuador y Uruguay, que ejercen las presidencias pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), respectivamente, promueven desde hace varios días el acercamiento entre Colombia y Venezuela.
Correa y su homólogo uruguayo acompañarán el esperado encuentro.
"Los presidentes de la Celac y Unasur agradecen profundamente a los presidentes de Colombia y Venezuela por aceptar esta cordial invitación y confían que los resultados de la misma serán de beneficio mutuo de sus respectivas naciones", remarcó Patiño.
A la luz de esas gestiones, las cancilleres de Colombia, María Ángela Holguín, y la de Venezuela, Delcy Rodríguez, se reunieron el sábado último en Quito para hablar sobre la crisis bilateral que deja miles de colombianos afectados.
Sin embargo, el encuentro se saldó sin un acuerdo para que Santos y Maduro se reúnan y busquen bajar la tensión diplomática que desató la decisión de Caracas de declarar el estado de excepción y cerrar puntos fronterizos el 19 de agosto.
Venezuela justificó los cierres fronterizos como una medida para combatir el paramilitarismo colombiano y el contrabando en la zona limítrofe, a raíz de un ataque a militares venezolanos que dejó tres heridos.
Desde entonces han sido deportados 1.482 colombianos y casi 20.000 han retornado por miedo a ser expulsados, según cifras de la ONU.
El gobierno de Santos denunció que enfrenta un "drama humanitario" por la arbitrariedad con la que, según sus autoridades, han actuado los militares venezolanos al propiciar el éxodo de colombianos.
El conflicto bilateral escaló cuando ambas cancillerías llamaron a consultas a sus embajadores en medio de acusaciones de violaciones de los derechos humanos de los afectados.
Desde Bogotá la canciller colombiana reafirmó este miércoles, en un comunicado, la disposición al diálogo del gobierno de Santos.
"Siempre hemos estado dispuestos y abiertos al diálogo", agregó Holguín, quien también agradeció la mediación de los cancilleres de Argentina, Héctor Timmerman, y de Brasil, Mauro Vieira.
Pese al malestar colombiano, Maduro ordenó el martes extender el estado de excepción a otros 10 municipios fronterizos con Colombia, a casi un mes del inicio de la operación contra el contrabando.
Santos criticó la medida este miércoles.
"No es ampliando los cierres como se acerca la posibilidad de una solución a los temas que aquejan nuestra frontera", dijo el mandatario.
Aun así insistió en que está "dispuesto" a encontrarse con Maduro para alcanzar "soluciones concretas", y dijo que este martes había hablado con el presidente de Ecuador para que facilite la cita bilateral.
Colombia y Venezuela comparten una irregular frontera de 2.219 km, en la que ambos denuncian operaciones de contrabando de combustible y otros productos altamente subsidiados por el gobierno venezolano.
"Habíamos estado un poquito preocupados en estos días y en buena hora que tengamos esa extraordinaria oportunidad de sentarnos en una mesa como hermanos", dijo el canciller ecuatoriano.
La reunión se concretó tras las gestiones que realizó el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, quien viajó el lunes a Caracas y Bogotá.
"El día de hoy los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Colombia, Juan Manuel Santos, han aceptado la invitación formulada por los presidentes pro témpore de Unasur, Tabaré Vásquez, y de la Celac, Rafael Correa, para reunirse en la capital ecuatoriana a efecto de dialogar sobre los temas que son de su interés bilateral", afirmó Patiño en conferencia de prensa en Quito.
La reunión se llevará a cabo a partir de las 14H00 (19H00 GMT) en el Palacio de Carandolet, sede presidencial.
Ecuador y Uruguay, que ejercen las presidencias pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), respectivamente, promueven desde hace varios días el acercamiento entre Colombia y Venezuela.
Correa y su homólogo uruguayo acompañarán el esperado encuentro.
"Los presidentes de la Celac y Unasur agradecen profundamente a los presidentes de Colombia y Venezuela por aceptar esta cordial invitación y confían que los resultados de la misma serán de beneficio mutuo de sus respectivas naciones", remarcó Patiño.
- Cruce de declaraciones -
A la luz de esas gestiones, las cancilleres de Colombia, María Ángela Holguín, y la de Venezuela, Delcy Rodríguez, se reunieron el sábado último en Quito para hablar sobre la crisis bilateral que deja miles de colombianos afectados.
Sin embargo, el encuentro se saldó sin un acuerdo para que Santos y Maduro se reúnan y busquen bajar la tensión diplomática que desató la decisión de Caracas de declarar el estado de excepción y cerrar puntos fronterizos el 19 de agosto.
Venezuela justificó los cierres fronterizos como una medida para combatir el paramilitarismo colombiano y el contrabando en la zona limítrofe, a raíz de un ataque a militares venezolanos que dejó tres heridos.
Desde entonces han sido deportados 1.482 colombianos y casi 20.000 han retornado por miedo a ser expulsados, según cifras de la ONU.
El gobierno de Santos denunció que enfrenta un "drama humanitario" por la arbitrariedad con la que, según sus autoridades, han actuado los militares venezolanos al propiciar el éxodo de colombianos.
El conflicto bilateral escaló cuando ambas cancillerías llamaron a consultas a sus embajadores en medio de acusaciones de violaciones de los derechos humanos de los afectados.
Desde Bogotá la canciller colombiana reafirmó este miércoles, en un comunicado, la disposición al diálogo del gobierno de Santos.
"Siempre hemos estado dispuestos y abiertos al diálogo", agregó Holguín, quien también agradeció la mediación de los cancilleres de Argentina, Héctor Timmerman, y de Brasil, Mauro Vieira.
Pese al malestar colombiano, Maduro ordenó el martes extender el estado de excepción a otros 10 municipios fronterizos con Colombia, a casi un mes del inicio de la operación contra el contrabando.
Santos criticó la medida este miércoles.
"No es ampliando los cierres como se acerca la posibilidad de una solución a los temas que aquejan nuestra frontera", dijo el mandatario.
Aun así insistió en que está "dispuesto" a encontrarse con Maduro para alcanzar "soluciones concretas", y dijo que este martes había hablado con el presidente de Ecuador para que facilite la cita bilateral.
Colombia y Venezuela comparten una irregular frontera de 2.219 km, en la que ambos denuncian operaciones de contrabando de combustible y otros productos altamente subsidiados por el gobierno venezolano.
"Habíamos estado un poquito preocupados en estos días y en buena hora que tengamos esa extraordinaria oportunidad de sentarnos en una mesa como hermanos", dijo el canciller ecuatoriano.