Sarkozy olvida la Historia alemana, pero el eje París-Berlín perdura

AFP, Agencia France-Presse

BERLÍN, Frédéric Bichon, (AFP) - La canciller alemana Angela Merkel desmintió tajantemente al presidente francés Nicolas Sarkozy, que le atribuyó una declaración sobre los gitanos insoportable a la vista de la Historia alemana, pero el "motor" franco-alemán de la UE no corre peligro, según analistas.

Sarkozy olvida la Historia alemana, pero el eje París-Berlín perdura
"En cuanto se es sospechoso de xenofobia en Alemania, se penetra en un terreno extremadamente peligroso", el de las analogías con el Tercer Reich, dijo el viernes a la AFP Claire Demesmay, de la Sociedad Alemana de Política Exterior (DGAP).
"Los alemanes estaban obligados a reaccionar, Angela Merkel estaba obligada a aclarar", añadió Demesmay.
El jueves, en Bruselas, donde se celebraba una cumbre europea, Sarkozy afirmó que la canciller alemana le había dicho que ella también tenía la intención de realizar próximamente "evacuaciones de campamentos".
Sarkozy se jactó incluso de contar con el "apoyo completo, total y entero una vez más de Angela Merkel sobre este tema como sobre tantos otros".
Alemania desmintió en forma rápida y tajante en la misma noche del jueves los dichos de Sarkozy.
El portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, negó el jueves por la noche que se hubiera conversado sobre "supuestos campamentos de gitanos en Alemania".
"En ningún caso" se habló de una evacuación, dijo el portavoz alemán para que no quedaran dudas.
El viernes, Seibert volvió a la carga ante la prensa diciendo nuevamente que "el asunto de los gitanos en Alemania no fue un tema de conversación" de Merkel y Sarkozy.
"Todo lo que pueda asemejarse a una comparación con los campos de concentración nazis para los gitanos crea -según él- dificultades".
Pero Merkel y su ministro de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, reservaron sus más vivas críticas para la comisaria europea Viviane Reding, por considerar "inaceptables" sus declaraciones que comparaban las expulsiones de gitanos de Francia con las deportaciones de la Segunda Guerra Mundial.
"Sobre estos temas, la reacción de Alemania es siempre alérgica", comentaba el politólogo Gero Neugebauer.
Hace unos días, un miembro del directorio de la Bundesbank, Thilo Sarrazin, fue forzado a dimitir debido a un libro en el que estimaba que Alemania "se embrutece" por influencia de los inmigrantes musulmanes y la mención de un "gen judío".
"Merkel tiene interés en desmarcarse de Sarkozy, sobre todo ella no quiere aparecer como alguien que practica una política que huele a extrema derecha", recalca Demesmay.
El nuevo enfrentamiento franco-alemán, alimentado por las personalidades muy distintas de Merkel y Sarkozy, no pone en entredicho el papel motor de París y Berlín en la Unión Europea, según los analistas.
"Tanto Francia como Alemania, por motivos a veces diferentes, deben concertarse para ser el motor de Europa", afirmó Neugebauer.
"Durante la bronca, la cooperación continúa", estimó Demesmay.
"En las conversaciones sobre el presupuesto de la UE, uno de los asuntos más importantes del momento, las posiciones se han acercado, al igual que sobre la Política Agrícola Común (PAC) esta semana", agregó.
El martes, Francia y Alemania adoptaron una posición común que debe servir de base para las negociaciones europeas.
Los ministros alemanes resaltaron esta cooperación.
"Más allá de todas las diferencias de apreciación, de excitación y de malentendidos, el entendimiento franco-alemán es perfecto", dijo el viernes Westerwelle.


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