AFP (Agencia France-Presse)
Viena, Austria. - Las potencias occidentales aumentaron la presión sobre Irán este viernes para llegar a un acuerdo sobre su programa nuclear, con la llegada de los ministros de las principales potencias a Viena, donde debe cerrarse el acuerdo en principio de aquí al lunes.
Después de meses de reuniones técnicas, el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, y su homólogo iraní, Mohamed Javad Zarif, se reunieron varias veces para intentar allanar los últimos obstáculos.
Zarif indicó luego que podría regresar a Teherán para consultar sobre la decisión final, mientras que, según una fuente estadounidense, John Kerry podría hacer lo mismo para consultar con sus pares europeos en París.
El ministro de Exteriores británico, Philip Hammond, declaró que todavía existen divergencias "muy significativas" entre las partes que negocian un acuerdo.
Hammond señaló, no obstante, que las discusiones estaban siendo "muy útiles".
Con la fecha límite para llegar a un pacto fijada en el 24 de noviembre, tanto Irán como Occidente deberán hacer difíciles concesiones si quieren lograr el histórico y esperado acuerdo.
Según explicó a la AFP el analista Kelsey Davenport, de la Arms Control Association, si Zarif regresara a Irán sería para "presentar el resultado de su reunión con Kerry, abrir la puerta a cambios en los temas que aún están en discusión y para recibir instrucciones".
- "Los elementos para un acuerdo están ahí" -
Las posiciones de las partes parecen haberse acercado en varios puntos, si bien aún existen divergencias mayores entre Irán y las grandes potencias "5+1" (China, Estados Unidos, Francia, Rusia, Reino Unido y Alemania).
Los "5+1" pretenden que la República islámica reduzca considerablemente su capacidad de enriquecimiento de uranio para evitar que obtenga la bomba atómica.
Irán, por su parte, quiere conservar e incluso aumentar esa capacidad, argumentando que el uso que pretende darle es exclusivamente civil, no militar, y que el país lo necesita para alimentar sus futuras centrales nucleares.
Los iraníes exigirían también el fin inmediato de las sanciones que ahogan su economía desde hace una década, algo que, en el corto plazo, los "5+1" ven poco realista.
En cualquier caso, "todos los elementos para un acuerdo están sobre la mesa", aseguró el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, desde Moscú.
Lavrov sugirió que en un momento tan avanzado de las discusiones podría existir una "tentación" de las partes de lanzar algunas "ideas suplementarias" para obtener más de lo que se necesita, "pero el sentido común y el deseo de llegar a un compromiso se impondrán", afirmó.
"Esperamos que Irán sepa aprovechar esta oportunidad", declaró por su parte el canciller francés Laurent Fabius.
- "Oportunidad" -
Un acuerdo permitiría recobrar el aliento a la economía iraní gracias al levantamiento del embargo occidental sobre su petróleo. También abriría la vía a una normalización de las relaciones entre Teherán y Occidente, permitiendo una cooperación en crisis como las de Siria e Irak.
John Kerry calificó las discusiones en marcha de "oportunidad". "Subrayo la palabra oportunidad", insistió, descartando una nueva prolongación de la negociación, ampliada tras sobrepasarse la primera fecha límite de finales de julio.
En realidad, ambos presidentes desean llegar a un acuerdo en este momento: en el caso de Obama, porque a partir de enero los republicanos controlarán el congreso estadounidense y dejará de tener total vía libre para negociar; el presidente moderado iraní, Hasan Rohani, porque un fracaso en la negociación fragilizaría su posición y su credibilidad.