Se refuerza la tesis de que Stonehenge fue un lugar de peregrinación terapéutica
Carl de Souza
El emplazamiento megalítico de Stonehenge, en el sur de Inglaterra, pudo haber sido un lugar de peregrinación reverenciado por las propiedades terapéuticas de sus estelas, erigidas hace 5.000 años, según confirman los resultados de excavaciones históricas anunciadas el lunes.
El color particular de los bloques, transportados desde una cantera situada a 250 km, contribuyó a fomentar la creencia de que tenían virtudes terapéuticas, agregaron los expertos.
Numerosas personas muertas de enfermedad fueron enterradas alrededor del círculo de Stonehenge. Los científicos desenterraron la sepultura de un joven depositada en una fosa con fragmentos de piedra azul. Trozos de estas piedras se utilizaban como talismanes y amuletos. "Todas estas pruebas refuerzan la idea de que, fuera cual fuera la función de Stonehenge -y podrían existir más-, las piedras azules eran un elemento central", estima Timothy Darvill.
Una nueva datación con carbono revela también que el círculo de piedras fue erigido entre los años 2400 y 2200 antes de JC, unos siglos más tarde de lo que se estimaba.
Stonehenge es uno de los emplazamientos prehistóricos más conocidos del mundo y todos los años tiene cerca de un millón de visitantes.