AFP (Agencia France-Presse)
FERGUSON. - El secretario de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder, es esperado en Ferguson este miércoles, tras más de 10 días de protestas por la muerte de un joven negro por un policía blanco, hecho que reavivó el espectro de los problemas raciales en el país.
La Policía anunció este miércoles que había detenido a 47 personas durante la noche del martes, diez días después de la muerte de Michael Brown en circunstancias muy controvertidas.
Holder, también afroestadounidense, llega a esta localidad del centro de Estados Unidos a pedido del presidente Barack Obama. El martes prometió que la investigación será "completa, imparcial e independiente", pero precisó que "llevará tiempo".
Holder se reunirá por la mañana con autoridades locales, con los investigadores del FBI y con los fiscales.
Por primera vez en los últimos diez días, las manifestaciones de la noche del martes se desarrollaron, salvo excepciones, en un ambiente de relativa calma.
Varios centenares de personas se reunieron el martes de noche cerca del lugar donde el 9 de agosto Brown, de 18 años, fue alcanzado por los disparos de un policía, para expresar su ira y exigir que se haga justicia.
"¡No disparen!", gritaban los manifestantes, con los brazos en alto, ante agentes antimotines, quienes tras haber intentado durante varios días garantizar el orden con carros blindados y el lanzamiento de gases lacrimógenos, optaron por un perfil más bajo.
Acusada de brutalidad por numerosos residentes de este suburbio de St. Louis de población mayoritariamente negra, la Policía solo intervino brevemente para poner fin a un altercado, y los manifestantes reanudaron su marcha en calma, informó un periodista de la AFP.
- Funerales públicos -
La inesperada llegada de un "tren de la paz" proveniente de un parque de atracciones infantil, que difundía el tema del cantante negro fallecido Marvin Gaye "What's going on", aportó incluso un toque festivo a la manifestación.
Cerca de la medianoche (05H00 GMT del miércoles), la Policía dispersó a los manifestantes que quedaban en el lugar sin recurrir al uso de gases lacrimógenos.
Sin embargo, una hora después fueron detenidos 47 manifestantes que lanzaban botellas con orina contra los policías, anunció a la prensa Ron Johnson, responsable del mantenimiento del orden, quien informó que se habían incautado tres armas de fuego.
Se felicitó, no obstante, de que, contrariamente a lo ocurrido la noche precedente, la Policía no hubiera tenido que disparar ni que usar gases lacrimógenos. "Esta noche hemos asistido a una dinámica diferente", declaró.
Un portavoz del fiscal del condado de Saint Louis dijo el martes a la prensa que un gran jurado, que debe decidir si se abre un proceso contra el policía que mató a Michael Brown, comenzará a estudiar el caso este miércoles.
Los abogados de la familia de Brown precisaron el martes que sus funerales tendrán lugar el lunes próximo, que serán "públicos" y que en ellos participarán "líderes nacionales".
Tras el fallecimiento del joven, las autoridades locales, la familia y el departamento de Justicia pidieron sus respectivas autopsias para que se aclaren las circunstancias de su muerte.
Las versiones de la Policía y de varios testigos divergen. Para la primera, Michael Brown habría intentado arrebatarle el arma al policía que lo ultimó. Según varios testigos, entre ellos el amigo de Brown que lo acompañaba, tenía las manos levantadas.
Los resultados de la autopsia solicitada por la familia divulgados el lunes indican que el joven recibió al menos seis balazos.
La muerte de Brown ya tiene alcance nacional y está en la portada de todos los medios de Estados Unidos, donde reavivó el espectro de los problemas raciales.
Para "establecer un nuevo diálogo", el alcalde de Ferguson, James Knowles, anunció el martes una serie de medidas, entre ellas un programa que favorece el ingreso de más negros a la Policía local, entre cuyos 53 integrantes sólo hay tres afrodescendientes.
Por su parte, la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch, varios de cuyos representantes en Ferguson denunciaron la violencia policial, llamó el miércoles a mejorar el sistema de identificación de abusos policiales, al que no están sometidos los policías locales. También pidió al Congreso que derogue una ley que prevé la formación de los policías en técnicas con perfiles raciales.