Senegal, Malí y Chad piden intervención occidental en el sur de Libia

AFP (Agencia France-Presse)

Dakar, Senegal. - Los presidentes de Senegal, Malí y Chad pidieron este martes a los países occidentales "terminar el trabajo" en Libia, mediante una intervención en el santuario yihadista creado en el sur de este país, que amenaza a todo el Sahel.

"Libia se ha convertido en un caldo de cultivo del terrorismo y de todos los malhechores. Lo de Malí es consecuencia directa de la destrucción y el desorden libio, al igual que Boko Haram", declaró el presidente chadiano, Idriss Deby Itno, refiriéndose al grupo islamista armado del norte de Nigeria, que afecta a otros países vecinos.

Según el mandatario, "la solución no está en nuestras manos. Está en manos de la OTAN, que creó el desorden y debe reinstaurar el orden. Naciones Unidas, que dio el visto bueno (para la intervención de la Alianza Atlántica en 2011) también es responsable", añadió Deby, en un discurso al cierre del Foro Internacional de Dakar sobre la Paz y la Seguridad en África.

"Ningún ejército africano puede ir a destruir el terrorismo en Libia (...) sólo la OTAN tiene los medios para ello", insistio el presidente de Chad, que bordea Libia por el sur. 

Previamente, el presidente de Malí, Ibrahim Boubacar Keita, y el de Senegal, Macky Sall, insistieron en la tribuna sobre la amenaza que suponen para la región el yihadismo y el tráfico de armas que tiene su origen en el sur de Libia.

Una fuente del gobierno francés confirmó que parte de los yihadistas expulsados de Malí, donde París intervino militarmente el año pasado, se han refugiado en el sur de Libia.

"Allí instalan a sus familias, se aprovisionan y descansan", señala la fuente.

"Los que iniciaron este trabajo deben poder ayudarnos a terminarlo", dijo Macky Sall.

El ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, reconoció que la cuestión se plantea. "Es cierto que tenemos por delante la cuestión libia. Que sea una preocupación compartida me parece una buena cosa", declaró.

No obstante, Francia, uno de los países más involucrados en la campaña de la OTAN en Libia en 2011, junto con el Reino Unido, se niega de momento a una intervención militar sin un cierto número de apoyos internacionales. 

París aboga por una solución política en Libia, donde hay dos gobiernos rivales y los islamistas radicales siguen ganando terreno.
"No vamos a volver a hacer lo que el mundo nos echa en cara, intervenir sin pensar en lo que viene después. No queremos ir solos", confía una fuente del gobierno francés. 



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