Seúl: Corea Norte dispuesto a hablar con EEUU sobre programa nuclear
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Seúl/Washington. - Corea del Norte estaría dispuesto a hablar con Estados Unidos sobre su controvertido programa nuclear a cambio de garantías de seguridad, informó hoy el Gobierno de Seúl tras la visita de una delegación al país vecino en la que también se acordó una cumbre bilateral entre los presidentes de las dos Coreas.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, habría manifestado su disposición a hablar con Washington al respecto e incluso a una moratoria de sus ensayos armamentísticos a cambio de garantías de seguridad. El país aseguró que no tiene motivo alguno para tener armas nucleares, "si se garantiza la seguridad del sistema" y pone fin a la "amenaza militar" contra el país.
Así lo aseguró el asesor de seguridad nacional surcoreano, Chung Eui-yong, tras regresar de una visita de dos días a Pyongyang, en la que también se acordó una cumbre a nivel presidencial entre las dos Coreas a finales de abril.
El diálogo entre el presidente surcoreano, Moon Jae-in, y el máximo líder norcoreano, Kim Jong-un, la tercera cumbre entre ambos países desde 2000, se realizará en el área de seguridad conjunta de Panmunjom, en la frontera entre ambos países.
El presidente estadounidense, Donald Trump, se mostró cauteloso tras el anuncio. "Vamos a ver qué pasa", escribió hoy en Twitter tras conocerse la noticia. Por el momento no ha habido más reacciones de la Casa Blanca o el Departamento de estado.
El encuentro "podría dar falsas esperanzas, ¡pero Estados Unidos está dispuesto a ir firme en cualquiera de las direcciones!", añadió. "Por primera vez en muchos años se están haciendo serios esfuerzos por todos los implicados. ¡El mundo está mirando y espera!".
Por el momento no hay una confirmación por parte de Pyongyang de las declaraciones del funcionario surcoreano, que dijo también que Corea del Norte manifestó su disposición a la desnuclearización de la península coreana.
Corea del Norte también acordó instalar una línea directa entre los dos líderes para ayudar a reducir la tensión militar. La primera conversación telefónica debería producirse antes de la cumbre. Además, Corea del Norte habría prometido que no dirigirá ningún arma nuclear ni convencional contra Corea del Sur.
De confirmarse la propuesta de Kim, formulada con mucha cautela, supondría un gran avance en el conflicto coreano.
La situación empeoró considerablemente en la región en 2017 después de que Corea del Norte hiciera varias pruebas con misiles y con una bomba nuclear a principios de septiembre. Pese a las sanciones de la ONU, Pyongyang asegura que puede alcanzar ya todo el territorio de Estados Unidos con ojivas nucleares.
Trump y Kim intercambiaron además amenazas mutuas que hicieron temer un conflicto bélico.
Sin embargo, a fin de año Kim tendió inesperadamente una mano a Corea del Sur con motivo de los Juegos Olímpicos de invierno de Pyeongchang, a los que envió una delegación de alto nivel y deportistas. Moon dijo esperar que ese acercamiento se extienda ahora más allá de lo deportivo.
La cumbre es resultado de una visita de dos días de un grupo de emisarios surcoreanos a Pyongyang, encabezados por Chung Eui-yong y cuya intención era conseguir sentar en una misma mesa a Pyongyang y a Washington. Kim les ofreció una cena de cuatro horas el lunes que constituyó su primer encuentro con representantes surcoreanos desde que asumió el poder en 2011.
Así lo aseguró el asesor de seguridad nacional surcoreano, Chung Eui-yong, tras regresar de una visita de dos días a Pyongyang, en la que también se acordó una cumbre a nivel presidencial entre las dos Coreas a finales de abril.
El diálogo entre el presidente surcoreano, Moon Jae-in, y el máximo líder norcoreano, Kim Jong-un, la tercera cumbre entre ambos países desde 2000, se realizará en el área de seguridad conjunta de Panmunjom, en la frontera entre ambos países.
El presidente estadounidense, Donald Trump, se mostró cauteloso tras el anuncio. "Vamos a ver qué pasa", escribió hoy en Twitter tras conocerse la noticia. Por el momento no ha habido más reacciones de la Casa Blanca o el Departamento de estado.
El encuentro "podría dar falsas esperanzas, ¡pero Estados Unidos está dispuesto a ir firme en cualquiera de las direcciones!", añadió. "Por primera vez en muchos años se están haciendo serios esfuerzos por todos los implicados. ¡El mundo está mirando y espera!".
Por el momento no hay una confirmación por parte de Pyongyang de las declaraciones del funcionario surcoreano, que dijo también que Corea del Norte manifestó su disposición a la desnuclearización de la península coreana.
Corea del Norte también acordó instalar una línea directa entre los dos líderes para ayudar a reducir la tensión militar. La primera conversación telefónica debería producirse antes de la cumbre. Además, Corea del Norte habría prometido que no dirigirá ningún arma nuclear ni convencional contra Corea del Sur.
De confirmarse la propuesta de Kim, formulada con mucha cautela, supondría un gran avance en el conflicto coreano.
La situación empeoró considerablemente en la región en 2017 después de que Corea del Norte hiciera varias pruebas con misiles y con una bomba nuclear a principios de septiembre. Pese a las sanciones de la ONU, Pyongyang asegura que puede alcanzar ya todo el territorio de Estados Unidos con ojivas nucleares.
Trump y Kim intercambiaron además amenazas mutuas que hicieron temer un conflicto bélico.
Sin embargo, a fin de año Kim tendió inesperadamente una mano a Corea del Sur con motivo de los Juegos Olímpicos de invierno de Pyeongchang, a los que envió una delegación de alto nivel y deportistas. Moon dijo esperar que ese acercamiento se extienda ahora más allá de lo deportivo.
La cumbre es resultado de una visita de dos días de un grupo de emisarios surcoreanos a Pyongyang, encabezados por Chung Eui-yong y cuya intención era conseguir sentar en una misma mesa a Pyongyang y a Washington. Kim les ofreció una cena de cuatro horas el lunes que constituyó su primer encuentro con representantes surcoreanos desde que asumió el poder en 2011.