"Van a morir más trabajadores durante la construcción (de los estadios) que futbolistas pisarán las canchas", declaró la responsable sindical australiana en una entrevista al diario griego Avgi.
"Catar es un Estado esclavista del siglo XXI", añadió.
Según esta responsable sindical, los trabajadores deberán enfrentarse a temperaturas que podrían alcanzar los 50 grados centígrados durante el verano.
"Corren el riesgo de crisis cardiacas y deshidratación... Muchos mueren por la noche, de golpes de calor", explicó Burrow, precisando que solo en 2010 murieron 191 trabajadores nepalíes.
La sindicalista reprochó también "el muro de silencio" de las autoridades cataríes cuando son preguntadas por las condiciones de trabajo de los obreros inmigrantes.
Burrow insistió en el hecho de que los trabajadores no tienen otra opción que aguantar estas condiciones, ya que sus empresas les confiscan los pasaportes a su entrada en el país.
"La manera como Catar se aprovecha de la situación de sus trabajadores inmigrantes es una vergüenza para el fútbol", criticó la responsable.
"Las presiones sobre Catar van a aumentar. Catar ya no puede comprar el respeto de la comunidad internacional", advirtió.