Cinco personas murieron y seis resultaron heridas el viernes en Kesua, al sur de Damasco, indicó a la AFP Mohamad Enad Suleiman, miembro de la organización siria de derechos humanos, presente en el lugar.
La manifestación partió de la mezquita tras la oración semanal del viernes. Los opositores marcharon unos minutos, antes de que la fuerza pública les disparara para dispersarlos, explicó el activista.
Poco antes, el presidente del observatorio sirio de derechos humanos, Rami Abdel Rahman, había hecho un balance de al menos un muerto y nueve heridos en Kesua.
En Damasco, según un militante también en el lugar, otras tres personas murieron y 25 resultaron heridas en el barrio de Barzeh. La fuerza pública intentó dispersar la manifestación que pedía la caída del régimen del presidente Bashar al Asad, primero con gases lacrimógenos, luego con balas.
Según Abdel Rahman, la policía también disparó en Homs (centro), causando un muerto.
Como todos los viernes, miles de personas marcharon por las calles de varias ciudades después de la oración musulmana semanal para reclamar la caída del régimen.
En su convocatoria publicada en su página de Facebook, el grupo "The Syrian Revolution 2011", motor de las manifestaciones, indica que la divisa para este viernes es el tema "Bashar no es mi presidente y su gobierno no me representa".