Siria: operación militar en Yisr asShugur antes de manifestaciones
AFP (Agencia France-Presse)
DAMASCO, (AFP) - El ejército sirio lanzó una operación contra "bandas armadas" en Yisr asShugur este viernes, mientras se prevén manifestaciones contra el régimen del presidente Bashar al Asad, acusado de "atrocidades" por el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan.
Policías sirios llevan ataúdes de sus compañeros, en Damasco, Siria.
Rusia continúa oponiéndose a este proyecto de resolución, considerando que la misma podría agravar la situación. No obstante, un representante especial del presidente ruso anunció el viernes que en breve recibirá a una delegación de la oposición siria en Moscú.
Como todas las semanas, este viernes es una jornada peligrosa, con un nuevo llamado a manifestarse después de la plegaria semanal lanzado por los militantes partidarios de la democracia, que exhortaron a las tribus a movilizarse contra el régimen del partido único Baas.
La televisión pública siria anunció el viernes el lanzamiento, "a pedido de los habitantes", de una operación militar en el sector de Yisr asShugur (noroeste), donde desde hace una semana se registran actos de violencia que obligaron a huir a la mayor parte de los 50.000 habitantes de esta ciudad cercana a la frontera turca.
"Unidades del ejército comenzaron su misión para controlar las aldeas vecinas de la ciudad Yisr asShugur y arrestar a los grupos armados", anunció la televisión, acusando a esos "grupos armados" de haber prendido fuego a las cosechas.
Un testigo declaró a la AFP que las fuerzas militares bombardeaban las aldeas alrededor de Yisr asShugur mientras avanzaban hacia la ciudad, y acusó a los soldados de haber incendiado los campos de trigo.
El lunes, las autoridades afirmaron que "grupos armados" mataron a 120 policías en Yisr asShugur. Sin embargo, los militantes de los derechos humanos y diversos testigos desmintieron esta versión, y algunos afirmaron que los policías perdieron la vida durante un motín en el cuartel general de la Seguridad.
Varios miles de habitantes se refugiaron en Turquía, donde algunos de ellos denunciaron los actos de violencia cometidos por las fuerzas de seguridad en la ciudad.
Un socorrista de 29 años de la Medialuna Roja siria, que recibió un balazo en la espalda a principios de la semana cuando evacuaba a un herido en Yisr asShugur, afirmó en su lecho de hospital en Turquía que había visto "cientos" de heridos, así como "decenas de muertos, quizás 100".
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, quien a menudo se presentó como "un amigo" de Bashar al Asad, acusó al régimen de cometer "atrocidades", indicó el viernes la agencia turca Anatolia.
Erdogan, quien ya había pedido a Asad que realizara reformas profundas, describió la forma en que las fuerzas de seguridad sirias mataron a mujeres diciendo que era una "atrocidad", y consideró que la represión de las manifestaciones en Siria era "inaceptable".
Por su parte, el secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, denunció el viernes "la masacre de vidas inocentes" cometida por el régimen sirio y planteó la cuestión de la "legitimidad" de Asad.
El 19 de mayo, el presidente norteamericano Barack Obama afirmó que "el presidente Asad tiene que elegir entre liderar la transición o irse".
Estados Unidos de América, la Unión Europea, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Japón y Australia se esfuerzan por presionar al régimen para que ponga fin a la represión que dejó más de 1.100 muertos y al menos 10.000 arrestos desde el comienzo de la contestación, el pasado 15 de marzo, según las asociaciones de defensa de los derechos humanos. Mientras tanto, Líbano, Rusia, China, Irán, Venezuela, Nicaragua y Brasil consideran que hay intervención extranjera en Siria y piden calma tanto al gobierno como a la oposición. Tanto Líbano como Irán han expresado su solidaridad con el gobierno sirio y han dicho que lo consideran víctima de una conspiración norteamericana e israelí, por su apoyo a los movimientos de resistencia en la región, como Hamas o Hezbolá ( ambos antiisraelíes).
El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Jakob Kellenberger, pidió el viernes a Siria un "acceso inmediato" a las zonas afectadas por la violencia, y afirmó que estaba dispuesto a viajar a Siria para entrevistarse con las autoridades.