Sismos, tsunamis, tifón: mortífera serie de catástrofes en Asia
AFP, Agence France-Presse
El terremoto que azotó Padang, en la isla indonesia de Sumatra, provocó probablemente miles de muertos, pocas horas después de que un tsunami devastara el archipiélago de las Samoa, matando a 150 personas, en una serie de catástrofes naturales que golpean el sudeste de Asia.
PADANG, 1 octubre 2009 (AFP) - El sismo de magnitud 7,6, que se produjo el miércoles por la tarde, causó 529 muertos, según un recuento oficial establecido el jueves, pero las autoridades temen un balance final mucho más grave.
"Pensamos que murieron miles de personas", declaró el jefe de la célula de emergencia del ministerio de la Salud, Rustam Pakaya, en plena carrera contrarreloj de los rescatistas para hallar sobrevivientes.
Las operaciones de búsqueda se veían dificultadas por la lluvia y la falta de maquinaria para remover los escombros.
Andriana, una madre de familia de 49 años, esperaba impotente ante los escombros de la escuela de su hija de 14 años. "Estoy aquí desde ayer. Rezo por que mi hija siga viva".
Varios habitantes decidieron abandonar Padang, gran ciudad portuaria de cerca de un millón de habitantes frente al oceáno Indico, por temor a réplicas susceptibles de provocar un tsunami.
En efecto, el jueves por la mañana la tierra volvió a temblar con un nuevo y potente sismo de magnitud 6,8, a unos 150 km al sur de Padang.
Este terremoto en Indonesia se produjo pocas horas después de otro, de magnitud 8, que golpeó el archipiélago de las Samoa, generando un tsunami que mató a 150 personas en esta zona del Pacífico Sur.
Aldeas costeras y hoteles de turistas fueron devastados por muros de agua de cerca de ocho metros, que se abatieron sobre el archipiélago de Samoa, integrado por el Estado independiente de Samoa, con unos 219.000 habitantes, y por las Samoa estadounidenses, administradas por Washington, con unos 65.000 habitantes. EL maremoto afectó también al archipiélago vecino de las Tonga.
"Ningún aviso, ninguna sirena. En sólo un minuto vieron la ola, cuando ya la masa de agua se encontraba sobre ellos", declaró a la AFP una habitante, Lonnie Mai.
El presidente norteamericano Barack Obama declaró el estado de catástrofe en las Samoa estadounidenses y ofreció su "sentido pésame" a las víctimas del tsunami.
"Mi sentido pésame para las familias que perdieron a sus seres queridos y mucha gente que ha sido afectada por el terremoto y el tsunami", dijo Obama. Por su lado, el primer ministro de las Samoa, Tuilaepa Sailele Malielegaoi, declaró estar "totalmente conmocionado" por la catástrofe.
En fin, el sudeste de Asia se prepara para el paso de un nuevo tifón, Parma, mientras que el precedente, Ketsana, dejó en su estela al menos 380 muertos en la región, según balances oficiales.
Filipinas fue el país más golpeado, con 277 muertos y 42 desaparecidos, especialmente en la capital, Manila. Mas de 2,5 millones de personas se vieron afectadas en el archipiélago, y 700.000 seguían aún en centros de acogida.
Ketsana también provocó 92 muertos en Vietnam y al menos 11 en Camboya.
Asia padeció su mayor tragedia causada por razones naturales a fines de 2004: el 26 de diciembre de ese año, un terremoto submarino de magnitud 9,1 se registró frente a las costas de Sumatra, generando un maremoto que mató a 220.000 personas en los países ribereños del Océano Indico, incluyendo a 168.000 personas en Indonesia.
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© 1994-2009 Agence France-Presse
"Pensamos que murieron miles de personas", declaró el jefe de la célula de emergencia del ministerio de la Salud, Rustam Pakaya, en plena carrera contrarreloj de los rescatistas para hallar sobrevivientes.
Las operaciones de búsqueda se veían dificultadas por la lluvia y la falta de maquinaria para remover los escombros.
Andriana, una madre de familia de 49 años, esperaba impotente ante los escombros de la escuela de su hija de 14 años. "Estoy aquí desde ayer. Rezo por que mi hija siga viva".
Varios habitantes decidieron abandonar Padang, gran ciudad portuaria de cerca de un millón de habitantes frente al oceáno Indico, por temor a réplicas susceptibles de provocar un tsunami.
En efecto, el jueves por la mañana la tierra volvió a temblar con un nuevo y potente sismo de magnitud 6,8, a unos 150 km al sur de Padang.
Este terremoto en Indonesia se produjo pocas horas después de otro, de magnitud 8, que golpeó el archipiélago de las Samoa, generando un tsunami que mató a 150 personas en esta zona del Pacífico Sur.
Aldeas costeras y hoteles de turistas fueron devastados por muros de agua de cerca de ocho metros, que se abatieron sobre el archipiélago de Samoa, integrado por el Estado independiente de Samoa, con unos 219.000 habitantes, y por las Samoa estadounidenses, administradas por Washington, con unos 65.000 habitantes. EL maremoto afectó también al archipiélago vecino de las Tonga.
"Ningún aviso, ninguna sirena. En sólo un minuto vieron la ola, cuando ya la masa de agua se encontraba sobre ellos", declaró a la AFP una habitante, Lonnie Mai.
El presidente norteamericano Barack Obama declaró el estado de catástrofe en las Samoa estadounidenses y ofreció su "sentido pésame" a las víctimas del tsunami.
"Mi sentido pésame para las familias que perdieron a sus seres queridos y mucha gente que ha sido afectada por el terremoto y el tsunami", dijo Obama. Por su lado, el primer ministro de las Samoa, Tuilaepa Sailele Malielegaoi, declaró estar "totalmente conmocionado" por la catástrofe.
En fin, el sudeste de Asia se prepara para el paso de un nuevo tifón, Parma, mientras que el precedente, Ketsana, dejó en su estela al menos 380 muertos en la región, según balances oficiales.
Filipinas fue el país más golpeado, con 277 muertos y 42 desaparecidos, especialmente en la capital, Manila. Mas de 2,5 millones de personas se vieron afectadas en el archipiélago, y 700.000 seguían aún en centros de acogida.
Ketsana también provocó 92 muertos en Vietnam y al menos 11 en Camboya.
Asia padeció su mayor tragedia causada por razones naturales a fines de 2004: el 26 de diciembre de ese año, un terremoto submarino de magnitud 9,1 se registró frente a las costas de Sumatra, generando un maremoto que mató a 220.000 personas en los países ribereños del Océano Indico, incluyendo a 168.000 personas en Indonesia.
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