Después, el acusado comparece, junto a sus abogados, a una audiencia preliminar, llamada "Article 32 hearing", antes de un eventual reenvío a la Corte Marcial.
Si es declarado culpable de sus crímenes, el suboficial podría enfrentar la pena de muerte, según el secretario de Defensa estadounidense Leon Panetta.
Robert Bales, un sargento de 38 años casado y padre de dos niños, abandonó en la noche del sábado 11 de marzo su base en el distrito afgano de Panjwayi, en la provincia de Kandahar (sur), antes de asesinar, en dos aldeas vecinas, a 16 personas, en su mayoría mujeres y niños, según los primeros elementos de la investigación. Luego retornó a su base y se entregó.
Fue transferido el viernes desde Kuwait hasta la base militar de Fort Leavenworth, en Kansas, bajo protesta de las autoridades afganas, que querían juzgarlo en el país.
El jefe de información pública de Fort Leavenworth, Jeff Wingo, aseguró a la AFP este lunes que Bales tuvo un encuentro con sus abogados para trazar la estrategia a seguir en su defensa..
"Se reunieron hoy (lunes). No conozco los detalles", dijo Wingo, para acotar que Bales "será tratado exactamente de la misma forma que cualquier otro" detenido en la prisión militar.
Bales está representado por el abogado civil John Henry Browne y por defensores militares.
Browne dijo en rueda de prensa más temprano que Bales estuvo sobreexpuesto al estrés y que éste aumentó luego que vio a un camarada seriamente herido al pisar una mina.