Ali Shiuki, de 20 años, murió en enfrentamientos con soldados israelíes cuando la policía y el ejército israelíes estaban desplegados con fuerza en Cisjordania ocupada y Jerusalén oriental para evitar atentados durante la celebración, desde el anochecer del martes, del Kipur, el Día del Gran Perdón judío, añadieron las fuentes.
Israel ha cerrado desde el martes los accesos de los territorios ocupados y puso a su policía en estado de alerta en Jerusalén para impedir cualquier ataque contra las decenas de miles de fieles esperados en Jerusalén para asistir a la fiesta más solemne del calendario judío.
El dispositivo de seguridad se reforzó después de que dos israelíes murieran el domingo a manos de un palestino que fue abatido luego por la policía en Jerusalén Este.
En 2015, las celebraciones del Yom Kipur y del Sucot (las Cabañas), que se festeja a principio de la semana próxima, fueron el preludio de una ola de violencia que aún persiste.
Con ocasión de estas dos fiestas, los fieles judíos acuden en masa a la Ciudad Vieja de Jerusalén para orar delante del Muro de las Lamentaciones, situado debajo de la ultrasensible explanada de las Mezquitas. 
Este emplazamiento es el tercer lugar santo del islam y los judíos lo veneran también como el monte del Templo.
Más de 3.000 policías están movilizados en Jerusalén para las fiestas, indicó la policía.
Los palestinos temen que los israelíes, que controlan todos los accesos a la explanada, acaben dividiéndola y sólo los judíos sean autorizados a rezar allí. El Gobierno israelí niega en redondo que tenga la intención de modificar el statu quo.
La ola de violencia que afecta desde octubre de 2015 a Palestina ha costado la vida a 233 palestinos, 36 israelíes, dos estadounidenses, un eritreo y un sudanés, según un recuento de la AFP. La mayoría de los palestinos muertos son autores o presuntos autores de actos violentos.