Público, España
Los testimonios de varios militares israelíes a 'Haaretz' ponen una vez más en evidencia la 'moralidad' de la que habla el gobierno de Israel. El diario Haaretz publica este jueves los testimonios de algunos soldados israelíes que participaron en la última invasión de Gaza, sacando a la luz cómo iban matando a civiles palestinos sin que estos supusieran niguna amenaza para ellos o cómo destrozaban sus casas sin sentido alguno.
El diario Haaretz publica este jueves los testimonios de algunos soldados israelíes que participaron en la última invasión de Gaza, sacando a la luz cómo iban matando a civiles palestinos sin que estos supusieran niguna amenaza para ellos o cómo destrozaban sus casas sin sentido alguno. Durante el transcurso de la operación Plomo fundido, la Comunidad Internacional acusó a Israel de utilizar una fuerza desmedida contra la población de la franja y son muchas las voces que llaman a juzgar al país por crímenes de guerra. Estos testimonios son una prueba más de que Israel no luchaba sólo contra el lanzamiento de cohetes por parte de Hamás.
En el primer número de una serie de conversaciones con los militares que estuvieron en Gaza que serán publicadas a lo largo del fin de semana, Haaretz destaca el testimonio de un líder de un escuadrón de infantería que narra el asesinato de una familia "por error". "Había una casa con toda la familia entera dentro, los llevamos a una habitación. Más tarde, salimos de la casa y entró otro comandante con la orden de desalojar a la familia para montar un puesto de vigilancia desde allí".
"No creo que se sintiera mal, porque por la información que tenía, estaba haciendo lo que se le había ordenado que hiciera", prosigue. "Por lo que hablaba con mis hombres, las vidas de los palestinos son mucho menos importantes que las de nuestros soldados".
Víctimas de uno de los bombardeos de Israel. AFP
Ética y guerra
Otro oficial explica al periódico la muerte de una anciana que caminaba a 100 metros de una casa tomada por los militares. Según su declaración, había discutido con los mandos algunas órdenes demasiado permisivas. Esas órdenes dejaban a los soldados desalojar las casas a su antojo y disparar contra ellas sin avisar antes a los residentes. "Teníamos que matar a cualquiera. Todos allí son considerados terroristas".
Ni siquiera los mandos veían la necesidad de hacer lo que se hizo, "pero ninguno de ellos diría nada en contra", añade. "Pintar en las paredes 'muerte a los árabes', coger todas las fotos de familia y escupir sobre ellas, sólo porque puedes... Creo que esto es lo más importante: entender hasta qué punto ha caído la ética del Ejército. Es de lo que más me voy a acordar", termina.
Investigación abierta
Entre los soldados que cita el diario figuran pilotos de combate y soldados de infantería, y sus testimonios se contradicen con la postura oficial del Ejército israelí de que sus fuerzas siguieron un alto comportamiento moral durante la operación. El jefe del servicio jurídico del Ejército israelí, Avijai Mendelblit, ha ordenado a la Policía Militar abrir una investigación sobre las circunstancias de los sucesos relatados por los soldados, que considera "erróneos" e "inaceptables" para las Fuerzas Armadas de Israel.