"The Dinner" pone las tensiones de la era Trump sobre la mesa en la Berlinale
AFP (Agencia France-Presse)
Berlín, Alemania. - La película "The Dinner", un thriller psicológico sobre las divisiones internas en Estados Unidos, protagonizado por Richard Gere, recordó el viernes en el festival de cine de Berlín las tensiones de la era Trump.
El filme, dirigido por el estadounidense-israelí Oren Moverman, cuenta la historia de dos hermanos y sus esposas, cuyos hijos han cometido un terrible crimen racista.
La estrella de Hollywood Richard Gere interpreta a un ambicioso abogado, casado con una joven pretenciosa, interpretada por Rebecca Hall. El actor británico Steve Coogan encarna a su hermano Paul, un hombre obsesionado con la batalla de Gettysburg, la más sangrienta de la guerra civil de Estados Unidos.
Al principio de la película, los dos hermanos, con sus esposas, están cenando en un lujoso restaurante. Poco a poco, las conversaciones banales y las falsas sonrisas dan paso a una situación mucho más tensa: el dilema moral de las dos parejas ante el crimen cometido por sus hijos, de carácter racista.
¿Es mejor callarse? ¿Denunciar a los culpables? Cada uno intentará defender a sus hijos alegando su bienestar y la necesidad de asegurarles un futuro justo.
A partir de una cena mundana, "The Dinner" acabará transformándose en una gran interrogación moral sobre la familia y sus valores.
Adaptando la exitosa novela del autor holandés Herman Koch, el director Oren Moverman, conocido por ser el guionista de "I'm not there" (la película biográfica sobre Bob Dylan), sitúa la acción en Estados Unidos y presenta una sociedad enclaustrada en sí misma, que roza a veces la locura.
La película "habla de los privilegiados encerrados en su universo. La gente está hoy encerrada en su vida, su pequeño mundo y todo lo que está alrededor no merece ningún interés", según el cineasta, que no dudó en calificar su película de "trumpiana" en Hollywood Reporter.
En Berlín, ante la prensa, precisó que el film fue rodado en febrero "antes de que lo inimaginable ocurriera", confirmando que la sombra de Donald Trump y su política proteccionista planea sobre el largometraje.
La rueda de prensa de la película también abordó estos temas. Ferviente defensor de los derechos humanos, Richard Gere aprovechó la ocasión para expresar todo lo que piensa de la política del presidente estadounidense.
"Desde que Donald Trump se convirtió en candidato a la presidencia, el número de crímenes motivados por el odio aumentó considerablemente, y creo que ese mismo fenómeno pueden constatarlo ustedes en Europa", donde hay un auge de partidos populistas y de extrema derecha, dijo Gere, de 67 años.
"Desgraciadamente tenemos a dirigentes que atizan el miedo y ese miedo nos hace hacer cosas terribles", insistió.
Oren Moverman ha planteado la película como una cena a puerta cerrada que va cada vez peor, desde el aperitivo hasta el postre. Numerosos flash-back intercalados permiten entender mejor la historia y la personalidad de cada uno de los personajes.
Así el espectador descubre que Stan adoptó a un niño negro, y se adentra en los orígenes de la rivalidad entre los dos hermanos. También conoce que el personaje de Paul tiene una enfermedad mental.
"The Dinner" es la única producción estadounidense que compite por el Oso de Oro entre los 18 largometrajes en liza.
La estrella de Hollywood Richard Gere interpreta a un ambicioso abogado, casado con una joven pretenciosa, interpretada por Rebecca Hall. El actor británico Steve Coogan encarna a su hermano Paul, un hombre obsesionado con la batalla de Gettysburg, la más sangrienta de la guerra civil de Estados Unidos.
Al principio de la película, los dos hermanos, con sus esposas, están cenando en un lujoso restaurante. Poco a poco, las conversaciones banales y las falsas sonrisas dan paso a una situación mucho más tensa: el dilema moral de las dos parejas ante el crimen cometido por sus hijos, de carácter racista.
¿Es mejor callarse? ¿Denunciar a los culpables? Cada uno intentará defender a sus hijos alegando su bienestar y la necesidad de asegurarles un futuro justo.
A partir de una cena mundana, "The Dinner" acabará transformándose en una gran interrogación moral sobre la familia y sus valores.
Adaptando la exitosa novela del autor holandés Herman Koch, el director Oren Moverman, conocido por ser el guionista de "I'm not there" (la película biográfica sobre Bob Dylan), sitúa la acción en Estados Unidos y presenta una sociedad enclaustrada en sí misma, que roza a veces la locura.
La película "habla de los privilegiados encerrados en su universo. La gente está hoy encerrada en su vida, su pequeño mundo y todo lo que está alrededor no merece ningún interés", según el cineasta, que no dudó en calificar su película de "trumpiana" en Hollywood Reporter.
En Berlín, ante la prensa, precisó que el film fue rodado en febrero "antes de que lo inimaginable ocurriera", confirmando que la sombra de Donald Trump y su política proteccionista planea sobre el largometraje.
- Atizar el miedo -
La rueda de prensa de la película también abordó estos temas. Ferviente defensor de los derechos humanos, Richard Gere aprovechó la ocasión para expresar todo lo que piensa de la política del presidente estadounidense.
"Desde que Donald Trump se convirtió en candidato a la presidencia, el número de crímenes motivados por el odio aumentó considerablemente, y creo que ese mismo fenómeno pueden constatarlo ustedes en Europa", donde hay un auge de partidos populistas y de extrema derecha, dijo Gere, de 67 años.
"Desgraciadamente tenemos a dirigentes que atizan el miedo y ese miedo nos hace hacer cosas terribles", insistió.
Oren Moverman ha planteado la película como una cena a puerta cerrada que va cada vez peor, desde el aperitivo hasta el postre. Numerosos flash-back intercalados permiten entender mejor la historia y la personalidad de cada uno de los personajes.
Así el espectador descubre que Stan adoptó a un niño negro, y se adentra en los orígenes de la rivalidad entre los dos hermanos. También conoce que el personaje de Paul tiene una enfermedad mental.
"The Dinner" es la única producción estadounidense que compite por el Oso de Oro entre los 18 largometrajes en liza.