Tras incertidumbre, ya son 8 los rescatados de la cueva en Tailandia
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Mae Sai. - Otros cuatro adolescentes del grupo que había quedado atrapado en una cueva en el norte de Tailandia pudieron ser rescatados hoy por buzos especializados y ya son ocho los jóvenes que lograron salir, después de dos semanas de incertidumbre.
"Otras cuatro personas fueron enviadas al hospital. Todos están sanos y salvos", dijo el gobernador de la provincia de Chiang Rai, Narongsak Osottanakorn, responsable máximo del operativo de rescate, a la prensa.
El domingo ya habían podido salir otros cuatro integrantes del equipo de fútbol juvenil, de entre 11 y 16 años, por lo que dentro sólo quedan cuatro más y su entrenador, de 25 años.
La misión continuará el martes, cuando los buzos estén recuperados y se haya garantizado oxígeno suficiente para el camino de cuatro kilómetros que separa a los atrapados del exterior. Se estima que mañana saldrán los cinco que quedan, aunque no hay confirmación oficial al respecto.
El domingo pudieron salir de la cueva cuatro menores con ayuda de buzos, en una complicada operación que se retomó esta mañana tras más de 12 horas de pausa. Desde entonces se encuentran en el hospital de la capital provincial, Chiang Rai, a unos 50 kilómetros de la cueva, y según las autoridades se encuentran bien.
La nueva operación de hoy llevó nueve horas, dos menos que la del domingo, indicó el gobernador, que explicó que la cueva sigue estando parcialmente inundada, aunque el agua bajó.
Narongsak consideró que la misión de hoy fue más rápida gracias a la experiencia ganada y a que se desplegó más personal para la operación de rescate, conformada ahora por más de 100 personas.
El grupo quedó atrapado el 23 de junio en el interior de la cueva Tham Luang-Khun Nam Nang Non, en una región próxima a la frontera con Myanmar. El pasado 2 de julio fue localizado por los equipos de rescate.
Los muchachos y su entrenador fueron de excursión a la cueva tras un entrenamiento de fútbol, pero una inundación repentina los sorprendió y quedaron aislados a cuatro kilómetros de la entrada.
En el operativo participa más de una decena de buzos experimentados de distintos países. Como en el sudeste de Asia es en la actualidad época de monzones, con muchas lluvias, la misión es también una carrera contrarreloj ante el peligro de que vuelva a subir el nivel del agua en la cueva.
Los menores rescatados tuvieron hoy un primer encuentro con sus padres y hermanos en el hospital. De todas formas, tras más de dos semanas en casi completa oscuridad tienen que regresar con mucha lentitud a la vida normal.
Los jóvenes serán examinados en detalle por los médicos, aunque se teme que también hayan sufrido daños psicológicos. El octavo piso de la clínica, donde están alojados los jóvenes, se encuentra vigilado por la policía.
La misión de búsqueda y rescate es la mayor que se haya llevado adelante hasta el momento en Tailandia e involucra a más de 1.000 personas de diez países. Los especialistas en buceo en cavernas dijeron que es una de las más difíciles que se hayan realizado en el mundo.
El hallazgo de los jóvenes la semana pasada no sólo alegró a sus familiares, sino a mucha gente en el mundo, que sigue el caso atentamente. En las escuelas de los adolescentes, sus compañeros los esperan ansiosamente.
Pansa Sompienjai, de 15 años, dijo que ansía volver a jugar al fútbol con sus amigos cuando salgan. Y como otros, quiere ofrecerles algo rico para comer. "Comeremos cerdo a la parrilla juntos", señaló. "También quiero decirles que se apuren, porque tenemos mucha tarea para hacer", añadió, riendo.
El domingo ya habían podido salir otros cuatro integrantes del equipo de fútbol juvenil, de entre 11 y 16 años, por lo que dentro sólo quedan cuatro más y su entrenador, de 25 años.
La misión continuará el martes, cuando los buzos estén recuperados y se haya garantizado oxígeno suficiente para el camino de cuatro kilómetros que separa a los atrapados del exterior. Se estima que mañana saldrán los cinco que quedan, aunque no hay confirmación oficial al respecto.
El domingo pudieron salir de la cueva cuatro menores con ayuda de buzos, en una complicada operación que se retomó esta mañana tras más de 12 horas de pausa. Desde entonces se encuentran en el hospital de la capital provincial, Chiang Rai, a unos 50 kilómetros de la cueva, y según las autoridades se encuentran bien.
La nueva operación de hoy llevó nueve horas, dos menos que la del domingo, indicó el gobernador, que explicó que la cueva sigue estando parcialmente inundada, aunque el agua bajó.
Narongsak consideró que la misión de hoy fue más rápida gracias a la experiencia ganada y a que se desplegó más personal para la operación de rescate, conformada ahora por más de 100 personas.
El grupo quedó atrapado el 23 de junio en el interior de la cueva Tham Luang-Khun Nam Nang Non, en una región próxima a la frontera con Myanmar. El pasado 2 de julio fue localizado por los equipos de rescate.
Los muchachos y su entrenador fueron de excursión a la cueva tras un entrenamiento de fútbol, pero una inundación repentina los sorprendió y quedaron aislados a cuatro kilómetros de la entrada.
En el operativo participa más de una decena de buzos experimentados de distintos países. Como en el sudeste de Asia es en la actualidad época de monzones, con muchas lluvias, la misión es también una carrera contrarreloj ante el peligro de que vuelva a subir el nivel del agua en la cueva.
Los menores rescatados tuvieron hoy un primer encuentro con sus padres y hermanos en el hospital. De todas formas, tras más de dos semanas en casi completa oscuridad tienen que regresar con mucha lentitud a la vida normal.
Los jóvenes serán examinados en detalle por los médicos, aunque se teme que también hayan sufrido daños psicológicos. El octavo piso de la clínica, donde están alojados los jóvenes, se encuentra vigilado por la policía.
La misión de búsqueda y rescate es la mayor que se haya llevado adelante hasta el momento en Tailandia e involucra a más de 1.000 personas de diez países. Los especialistas en buceo en cavernas dijeron que es una de las más difíciles que se hayan realizado en el mundo.
El hallazgo de los jóvenes la semana pasada no sólo alegró a sus familiares, sino a mucha gente en el mundo, que sigue el caso atentamente. En las escuelas de los adolescentes, sus compañeros los esperan ansiosamente.
Pansa Sompienjai, de 15 años, dijo que ansía volver a jugar al fútbol con sus amigos cuando salgan. Y como otros, quiere ofrecerles algo rico para comer. "Comeremos cerdo a la parrilla juntos", señaló. "También quiero decirles que se apuren, porque tenemos mucha tarea para hacer", añadió, riendo.