AFP (Agencia France-Presse)
Manila, Filipinas. - El gobierno filipino y la rebelión comunista del país acordaron una tregua a partir del domingo, en preámbulo a la reanudación, la próxima semana, de negociaciones de paz que pongan fin a una de las insurrecciones más antiguas de Asia.
Según afirmaron ambas partes, la interrupción de los combates propiciará las negociaciones en Oslo en busca de una solución a un conflicto de más de 30 años.
Este sábado, el Partido Comunista de Filipinas dictó una tregua de siete días. El anuncio se hizo un día después de la liberación de Benito Tiamzon, número uno del partido y de su brazo armado, y de su esposa Wilma, tras más de dos años de detención.
El gobierno filipino respondió que aplicará el alto el fuego declarado unilateralmente en julio, y roto días después por una emboscada tendida por los insurgentes.
"El alto el fuego durará lo que haga falta para traer paz a esta tierra y ofrecer un contexto favorable al éxito de las negociaciones de paz", declaró Jesús Dureza, asesor especial del presidente Rodrigo Duterte.
Precisó que viajará este sábado a Noruega con otros seis rebeldes comunistas liberados recientemente.
El partido comunista se fundó en diciembre de 1968 y tres meses después lanzó una rebelión en la que han muerto al menos 30.000 personas, según las estimaciones oficiales.
Su brazo armado, el Nuevo Ejército del Pueblo, cuenta actualmente con unos 4.000 miembros, contra 26.000 en los años 1980, pero goza de apoyo entre la población más pobre de las zonas rurales.
El anterior presidente Benigno Aquino reactivó las negociaciones en 2010, pero las abandonó al cabo de tres años acusando a la rebelión de falta de sinceridad. Los comunistas reclamaban la liberación de todos sus miembros encarcelados y el gobierno se negaba.