Tres muertos en huelga general en Grecia marcada por graves incidentes
AFP, Agence France-Presse
Tres personas murieron el miércoles en un banco incendiado por manifestantes en medio de violentos incidentes registrados en Grecia durante una nueva huelga general contra el plan de austeridad impuesto a cambio de una multimillonaria ayuda para evitar la quiebra del país.
Manifestantes griegos ante el parlamento, en Atenas.
La huelga general convocada por los sindicatos en Grecia cobró ribetes trágicos con la muerte de tres personas en una sucursal bancaria del centro de Atenas incendiada por cócteles Molotov lanzados por jóvenes con el rostro cubierto por pasamontañas, al margen de una manifestación contra el plan de austeridad, indicó la policía.
Unas veinte personas se encontraban en el banco cuando se inició el incendio. Dos mujeres y un hombre fallecieron en medio de las llamas, señaló a la AFP la policía griega.
Los ataques contra comercios, bancos y edificios de la administración pública provocaron violentos enfrentamientos entre grupos de jóvenes y la policía, que respondía con gases lacrimógenos, constató un periodista de la AFP.
La nueva huelga convocada el miércoles tenía como eje una manifestación en Atenas que se convirtió en "la más grande" organizada en Grecia, según un comunicado de la Confederación General de Trabajadores del país (GSEE), principal sindicato del sector privado.
Según la policía, 25.000 personas se movilizaron en Atenas y 14.000 en Tesalónica (norte).
Atenas y el resto del país se veían afectados por la falta de vuelos, trenes y barcos, mientras las escuelas y la administración pública estaban cerradas y los hospitales funcionaban con un servicio mínimo.
En cambio, los comercios estaban abiertos en Atenas y Tesalónica, a pesar del llamado de las cámaras de comercios a sus miembros para que se sumasen a la huelga.
El gobierno socialista griego, que ya no podía refinanciar en los mercados la colosal deuda del país, tuvo que imponer medidas de austeridad draconianas que afectan de lleno a la población -bajas de salarios y alzas de precios-, a cambio de un plan de ayuda de 110.000 millones de euros en tres años por parte de sus socios de la Eurozona (80.000 millones) y el FMI (30.000 millones).
Pero la crisis griega, que ha sacudido a toda la zona euro y ha mostrado los límites de la solidaridad interna en la Unión, amenaza ahora con extenderse.
La nueva víctima de los mercados parece ser España, cuya bolsa se hundió el martes en medio de rumores de un pedido de ayuda al Fondo Monetario Internacional, desmentido tanto por el presidente de gobierno socialista José Luis Rodríguez Zapatero como por el FMI.
Los inversores desconfían de los países europeos hundido por déficits públicos que explotaron a raíz de la crisis mundial iniciada en 2008.
Las bolsas de Fráncfort y París se mantenían estables, mientras que Londres caía levemente y Milán registraba un tibia alza. Por su parte, Madrid y Atenas -que habían caído el martes de más del 5 y 6% respectivamente-, limitaban sus pérdidas menos de 1% para la bolsa española y -1,67% para la griega.
En cuanto al euro, seguía bajo intensa presión y cerca de las 12H30 GMT alcanzaba su nivel más bajo frente al dólar desde fines de abril de 2009, por debajo del umbral de 1,29 USD.
Frente a este tornado financiero, la canciller alemana Angela Merkel advirtió que "el futuro de Europa y el futuro de Alemania en Europa" se encuentran en juego y aseguró que su país, primera potencia económica del Viejo Continente, aportará la parte más grande de la ayuda a Grecia.
Juzgada en ciertas ocasiones como responsable de la agravación de la situación griega a raíz de las tergiversaciones alemanas para aceptar un plan de rescate europeo, Merkel exhortó el miércoles a los diputados alemanes a aprobar esa ayuda, afirmando que no hay "alternativa" para proteger al euro.
Merkel reclacó sin embargo que habrá que modificar y reforzar el Pacto de Estabilidad de la Unión Europea, cuyo objetivo es limitar los déficits públicos.
Estas reformas deberían ser discutidas en una cumbre extraordinaria de líderes de la Eurozona el viernes en Bruselas.