En agosto pasado, el Tribunal de Apelación tailandés había respondido favorablemente al pedido de extradición estadounidense, pero el procedimiento fue bloqueado por una segunda demanda que la justicia estadounidense había presentado a principios del 2010 por temor a que la primera no prosperara.
Al término de una audiencia de varias horas, el tribunal penal de Tailandia consideró que la segunda demanda no podía ser abandonada inmediatamente, a pesar de un pedido estadounidense en ese sentido.
La corte aplazó el estudio del caso a audiencias posteriores, suspendiendo de hecho por tiempo indeterminado el proceso de extradición.