El filme del director mallorquín Agustí Villaronga, rodado en catalán, recogió nueve premios Goya en la gala celebrada en el Teatro Real de Madrid, entre ellos los de mejor película, director (el primero de su carrera para Villaronga) y actriz (Nora Navas, también premiada en el festival de San Sebastián).
Pero también los Goya de la mejor actriz de reparto (Laia Marull, ganadora de dos Goya con anterioridad) y las revelaciones (los niños Francesc Colomer y Marina Comas).
La película, que partía como segunda favorita de esta edición con 14 candidaturas, arrasó a costa de "Balada triste de trompeta", de Alex de la Iglesia, (15 candidaturas y dos Goyas), y "También la lluvia", de Icíar Bollaín, (13 candidaturas y tres Goyas).
Basada en la novela homónima del catalán Emili Teixidor, "Pa negre" es un drama coral localizado en la región de Cataluña (noreste) en los años posteriores a la Guerra Civil española (1936-1939) que muestra las terribles consecuencias y heridas que deja la Guerra Civil en las personas de ambos bandos.
El Goya del mejor actor fue para Javier Bardem por "Biutiful", del mexicano Alejandro González Iñárritu.
Quiero "dedicárselo a mi mujer y a mi hijo por despertarme todos los días el corazón y la sonrisa", ofreció el actor en alusión a la también actriz española Penélope Cruz y al hijo que tuvieron a finales de enero.
Para Bardem éste es el cuarto Goya como mejor actor y su interpretación de Uxbal en "Biutiful" fue premiada el año pasado en el pasado festival de Cannes y le ha llevado a ser candidato al Oscar este año.
El galardón a la mejor película hispanoamericana fue para "La vida de los peces", del chileno Matías Bize, de 31 años, cuyo filme, sobre el reencuentro de una pareja, había sido elegido en su momento para representar a Chile en la lucha por el Oscar de la mejor película extranjera, pero no quedó finalista.
Y el tema "Que el soneto nos tome por sorpresa", del cantautor uruguayo Jorge Drexler, obtuvo el Goya a la mejor canción original.
La gala del 25 aniversario de los Goya estuvo marcada por la polémica que generó la dimisión el 25 de enero del presidente de la academia de cine, Alex de la Iglesia, por estimar que el gobierno, en la preparación de una ley contra las masivas descargas ilegales en internet recientemente aprobada, no había dialogado lo suficiente con los internautas.
Su renuncia dio pie a críticas y adhesiones y este domingo De la Iglesia, que desde el fin de la gala ya no es presidente, proclamó que internet no es una amenaza sino la razón de ser del cine, y que hay que respetar a los usuarios.
"No tenemos miedo a internet porque es precisamente la salvación de nuestro cine (...) si queremos que nos respeten, hay que respetar primero" y además "se necesita una crisis, un cambio para poder avanzar hacia una nueva manera de entender el negocio del cine", llamó, ante el descenso de espectadores en las salas.
El director hizo una defensa de los internautas mientras en el exterior del Teatro Real, entre 300 y 400 personas convocadas por el movimiento de internautas Anonymous por la libertad de expresión protestaron contra la ley, conocida como Ley Sinde por su promotora, la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde.
Con las características máscaras de Anonymous, movimiento que protagonizó protestas en varios países durante la detención del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, los manifestantes mostraron lemas como "No a la mordaza digital", "No a la Ley Sinde".