Trump declara como emergencia de salud nacional la crisis de opiáceos
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Washington. - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró hoy la epidemia de muertes por sobredosis de heroína y opiáceos como emergencia de salud pública en el país. "Nos enfrentamos a la peor crisis de drogas en la historia estadounidense", dijo en la Casa Blanca. "Como americanos, no podemos permitir que continúe, podemos ser la generación que pone fin a la epidemia de opiáceos".
En Estados Unidos muere una media de 91 personas al día por sobredosis de opiáceos, según los datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
La medida tomada por Trump, que la implementará el Departamento de Salud en base a la ley del Servicio de Salud Pública, permite focalizar los recursos existentes en zonas concretas y flexibiliza leyes y regulaciones para abordar con premura el problema pero no lleva aparejados fondos adicionales.
Se trata de una medida de menor alcance de lo que se esperaba en base a lo que ha ido diciendo en los últimos meses el presidente, que en marzo creó una comisión sobre opiáceos.
El mandatario tenía la posibilidad de una declaración de emergencia nacional sobre la ley que sirve para ello en caso de atentado terrorista o catástrofe natural. Esta habría permitido el uso de fondos de FEMA, la agencia federal de gestión de emergencias, pero finalmente no optó por ella.
La declaración de emergencia de salud pública tendrá una duración de 90 días y podrá ir siendo renovada por otros 90 días hasta el que presidente diga.
La cifra de muertes por el uso de drogas se ha ido disparando en los últimos años en Estados Unidos. En 2015 murieron 52.000 personas por sobredosis: 20.000 por el uso de opiáceos y casi 12.900 por heroína.
La cifra de muertes por heroína es casi cuatro veces mayor que la de cinco años antes. Zonas industriales en las que la clase media ha ido retrocediendo en los últimos tiempos están especialmente afectadas. Estos lugares fueron importantes graneros de voto para Trump en las elecciones.
La Casa Blanca estimó hoy que las muertes por sobredosis de 2016 excederán la cifra de 64.000, un número superior al de estadounidenses que murieron en la Guerra de Vietnam.
Para intentar explicar el fenómeno de la crisis de los opiáceos hay que remontarse a unas décadas atrás, cuando muchas adicciones comenzaron por un mal uso de analgésicos como la oxicodona y la hidrocodona en tiempos de prescripciones médicas laxas. De ahí unos saltaron a la heroína, otros empezaron por ella.
Ahora hay también adicciones a sustancias sintéticas más fuertes como el fentanilo o el carfentanil, este último un anestésico de grandes animales.
"El 90 por ciento (de la droga) viene del sur de la frontera, donde construiremos un muro que va a ayudar mucho en este problema", dijo hoy Trump en referencia a México apenas un par de horas después de que en el área de San Diego se presentaran ocho prototipos que ahora serán evaluados de cara a levantar esa barrera.
Los cárteles mexicanos son los principales suministradores de drogas en Estados Unidos, según volvió a confirmar la DEA en su informe anual, publicado a principios de esta semana. Más del 90 por ciento de la heroína incautada en 2015 y analizada por la agencia antidroga estadounidense procedía de México.
Nunca en la historia del país se ha hecho una declaración de emergencia de salud pública nacional por el uso de drogas, aunque algunos de sus 50 estados sí han declarado el estado de emergencia en sus territorios por este problema. Rick Scott, el gobernador de Florida, uno de los estados más afectados, lo hizo en mayo.
La medida tomada por Trump, que la implementará el Departamento de Salud en base a la ley del Servicio de Salud Pública, permite focalizar los recursos existentes en zonas concretas y flexibiliza leyes y regulaciones para abordar con premura el problema pero no lleva aparejados fondos adicionales.
Se trata de una medida de menor alcance de lo que se esperaba en base a lo que ha ido diciendo en los últimos meses el presidente, que en marzo creó una comisión sobre opiáceos.
El mandatario tenía la posibilidad de una declaración de emergencia nacional sobre la ley que sirve para ello en caso de atentado terrorista o catástrofe natural. Esta habría permitido el uso de fondos de FEMA, la agencia federal de gestión de emergencias, pero finalmente no optó por ella.
La declaración de emergencia de salud pública tendrá una duración de 90 días y podrá ir siendo renovada por otros 90 días hasta el que presidente diga.
La cifra de muertes por el uso de drogas se ha ido disparando en los últimos años en Estados Unidos. En 2015 murieron 52.000 personas por sobredosis: 20.000 por el uso de opiáceos y casi 12.900 por heroína.
La cifra de muertes por heroína es casi cuatro veces mayor que la de cinco años antes. Zonas industriales en las que la clase media ha ido retrocediendo en los últimos tiempos están especialmente afectadas. Estos lugares fueron importantes graneros de voto para Trump en las elecciones.
La Casa Blanca estimó hoy que las muertes por sobredosis de 2016 excederán la cifra de 64.000, un número superior al de estadounidenses que murieron en la Guerra de Vietnam.
Para intentar explicar el fenómeno de la crisis de los opiáceos hay que remontarse a unas décadas atrás, cuando muchas adicciones comenzaron por un mal uso de analgésicos como la oxicodona y la hidrocodona en tiempos de prescripciones médicas laxas. De ahí unos saltaron a la heroína, otros empezaron por ella.
Ahora hay también adicciones a sustancias sintéticas más fuertes como el fentanilo o el carfentanil, este último un anestésico de grandes animales.
"El 90 por ciento (de la droga) viene del sur de la frontera, donde construiremos un muro que va a ayudar mucho en este problema", dijo hoy Trump en referencia a México apenas un par de horas después de que en el área de San Diego se presentaran ocho prototipos que ahora serán evaluados de cara a levantar esa barrera.
Los cárteles mexicanos son los principales suministradores de drogas en Estados Unidos, según volvió a confirmar la DEA en su informe anual, publicado a principios de esta semana. Más del 90 por ciento de la heroína incautada en 2015 y analizada por la agencia antidroga estadounidense procedía de México.
Nunca en la historia del país se ha hecho una declaración de emergencia de salud pública nacional por el uso de drogas, aunque algunos de sus 50 estados sí han declarado el estado de emergencia en sus territorios por este problema. Rick Scott, el gobernador de Florida, uno de los estados más afectados, lo hizo en mayo.