Tsipras saca el arma del referéndum antes del Eurogrupo de la última oportunidad
Atenas, Grecia. - El primer ministro griego, Alexis Tsipras, anunció en la madrugada del sábado un referéndum sobre el acuerdo con los acreedores para el 5 de julio, creando la confusión horas antes del Eurogrupo de la última oportunidad en Bruselas.
Ya es seguro que Grecia no podrá pagar para el 30 de junio los 1.500 millones de dólares que adeuda al Fondo Monetario Internacional. Si este sábado se llegara a un acuerdo, tendría escasas consecuencias, según un experto interrogado por la AFP.
De hecho, se trataría de un 'default' de consecuencias imprevisibles para los mercados a partir del lunes.
Tsipras sorprendió a todo el mundo, pese a que había prevenido que no descartaba un referéndum en caso de desacuerdo con los acreedores. En su alocución de cinco minutos en cadena nacional a la 1H00 del sábado (22H00 GMT del viernes) aparecía con semblante circunspecto.
Tras denunciar el "ultimátum", que según él, le dieron los acreedores (UE, FMI, BCE) con su propuesta presentada este viernes -- un crédito de 12.000 millones de euros en cuatro veces hasta finales de noviembre--, que "socava la recuperación de la sociedad y de la economía griegas" con el fin de "humillar a todo un pueblo", Tsipras anunció que el Consejo de Ministros acababa de adoptar "por unanimidad" una propuesta de referéndum para el 5 de julio.
"La pregunta que se hará en el referéndum será saber si aceptamos o rechazamos la propuesta" de los acreedores, explicó.
"Grecia, que ha visto nacer la democracia, debe enviar un mensaje de democracia sonoro", agregó, comprometiéndose a "respetar cualquier resultado".
El Parlamento se reunirá a las 12H00 locales para debatir antes de votar hacia las 19H00 la oportunidad de celebrar este referéndum.
Los líderes de la oposición reaccionaron a este anuncio inesperado. El exprimer ministro de derecha Antonis Samaras acusó a Tsipras de llevar al país al "impasse", el Pasok (socialista) pidió la dimisión de Tsipras y elecciones anticipadas, mientras que el partido de centroizquierda Potami acusó al gobierno de ser el "lobby del dracma".
No obstante, con una mayoría de 162 diputados de 300, la coalición gubernamental adoptará sin problema el proyecto de consulta.
La situación era confusa a escasas horas de la reunión de ministros de Finanzas del Eurogrupo en Bruselas, que se presenta como el último intento de conciliación, y se mantiene, con la participación de la delegación griega pese a los últimos acontecimientos.
Pero en esta ocasión, un responsable de la zona euro no excluye que se hable de "un plan B" -en el caso de que no se llegue a un acuerdo, lo que desean "algunos países", según él.
El FMI se ha abstenido de hacer comentarios por el momento.
El proyecto de pregunta del referéndum versaría sobre la propuesta presentada "el 25 de junio", por los acreedores.
Tsipras se ha cuidado de no cerrar todas las puertas y ha encargado a dos funcionarios de su gobierno que negocien con el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi.
De hecho, Tsipras anunció que pedirá a los acreedores "una prolongación de unos días del programa (de ayuda actual) para que el pueblo griego adopte una decisión".
Las televisiones griegas informaban de que había filas ante los cajeros para retirar dinero tras la alocución de Tsipras, pero un periodista de la AFP constató una actividad normal en el centro de Atenas en medio de la noche.
El Banco Central Europeo, tras aumentar cinco veces en ocho días el techo de la ayuda de urgencia a los bancos griegos debido a la retirada masiva de dinero por los griegos, no lo volvió aumentar ni el jueves ni el viernes.
No obstante, está preparado para intervenir en cualquier momento.
El gobierno de Tsipras, que llegó al poder en enero, batalla desde entonces con los acreedores para concluir el segundo programa de ayuda al país.
Pero el gobierno de izquierda radical, aunque ha hecho muchas concesiones a sus acreedores durante las negociaciones, no quiere oír hablar de algunas reformas que le exigen sobre las jubilaciones y el IVA. Atenas no ha vuelto a recibir ayuda desde agosto de 2014, pero esta vez sus arcas están vacías.
De hecho, se trataría de un 'default' de consecuencias imprevisibles para los mercados a partir del lunes.
Tsipras sorprendió a todo el mundo, pese a que había prevenido que no descartaba un referéndum en caso de desacuerdo con los acreedores. En su alocución de cinco minutos en cadena nacional a la 1H00 del sábado (22H00 GMT del viernes) aparecía con semblante circunspecto.
Tras denunciar el "ultimátum", que según él, le dieron los acreedores (UE, FMI, BCE) con su propuesta presentada este viernes -- un crédito de 12.000 millones de euros en cuatro veces hasta finales de noviembre--, que "socava la recuperación de la sociedad y de la economía griegas" con el fin de "humillar a todo un pueblo", Tsipras anunció que el Consejo de Ministros acababa de adoptar "por unanimidad" una propuesta de referéndum para el 5 de julio.
"La pregunta que se hará en el referéndum será saber si aceptamos o rechazamos la propuesta" de los acreedores, explicó.
"Grecia, que ha visto nacer la democracia, debe enviar un mensaje de democracia sonoro", agregó, comprometiéndose a "respetar cualquier resultado".
El Parlamento se reunirá a las 12H00 locales para debatir antes de votar hacia las 19H00 la oportunidad de celebrar este referéndum.
Los líderes de la oposición reaccionaron a este anuncio inesperado. El exprimer ministro de derecha Antonis Samaras acusó a Tsipras de llevar al país al "impasse", el Pasok (socialista) pidió la dimisión de Tsipras y elecciones anticipadas, mientras que el partido de centroizquierda Potami acusó al gobierno de ser el "lobby del dracma".
No obstante, con una mayoría de 162 diputados de 300, la coalición gubernamental adoptará sin problema el proyecto de consulta.
- "Plan B" -
La situación era confusa a escasas horas de la reunión de ministros de Finanzas del Eurogrupo en Bruselas, que se presenta como el último intento de conciliación, y se mantiene, con la participación de la delegación griega pese a los últimos acontecimientos.
Pero en esta ocasión, un responsable de la zona euro no excluye que se hable de "un plan B" -en el caso de que no se llegue a un acuerdo, lo que desean "algunos países", según él.
El FMI se ha abstenido de hacer comentarios por el momento.
El proyecto de pregunta del referéndum versaría sobre la propuesta presentada "el 25 de junio", por los acreedores.
Tsipras se ha cuidado de no cerrar todas las puertas y ha encargado a dos funcionarios de su gobierno que negocien con el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi.
De hecho, Tsipras anunció que pedirá a los acreedores "una prolongación de unos días del programa (de ayuda actual) para que el pueblo griego adopte una decisión".
Las televisiones griegas informaban de que había filas ante los cajeros para retirar dinero tras la alocución de Tsipras, pero un periodista de la AFP constató una actividad normal en el centro de Atenas en medio de la noche.
El Banco Central Europeo, tras aumentar cinco veces en ocho días el techo de la ayuda de urgencia a los bancos griegos debido a la retirada masiva de dinero por los griegos, no lo volvió aumentar ni el jueves ni el viernes.
No obstante, está preparado para intervenir en cualquier momento.
El gobierno de Tsipras, que llegó al poder en enero, batalla desde entonces con los acreedores para concluir el segundo programa de ayuda al país.
Pero el gobierno de izquierda radical, aunque ha hecho muchas concesiones a sus acreedores durante las negociaciones, no quiere oír hablar de algunas reformas que le exigen sobre las jubilaciones y el IVA. Atenas no ha vuelto a recibir ayuda desde agosto de 2014, pero esta vez sus arcas están vacías.