"La voluntad del gobierno, la voluntad del presidente interino, la voluntad del primer ministro, es que las elecciones se lleven a cabo en la fecha prevista", declaró el jefe de la diplomacia tunecina.
"Esa es una voluntad política. Y estoy seguro que el pueblo tunecino, que logró el milagro de la revolución del 14 de enero (día de la fuga del ex presidente Ben Ali, ndlr) es capaz de aceptar el desafío, pese a las dificultades técnicas o logísticas a las que nos enfrentaremos", agregó.
En un discurso televisado a la nación el domingo por la noche, el primer ministro Beji Caid Essebsi, cuyo gobierno está encargado de administrar el país hasta esa cita electoral, planteó dudas sobre el respeto de la fecha prevista del 24 de julio, argumentando "lentitud" de los trabajos preparatorios.
Los tunecinos deben elegir una asamblea constituyente, que tendrá la tarea de adoptar una nueva constitución y preparar nuevas elecciones.