Turquía: escalada en el conflicto con rebeldes kurdos

AFP (Agencia France-Presse)

ANKARA. - La ofensiva militar turca en Irak tras un ataque de rebeldes kurdos que había dejado nueve muertos el miércoles en Turquía puso en evidencia una escalada del conflicto kurdo y un endurecimiento de Ankara. La aviación turca bombardeó el miércoles por la noche 60 posiciones del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en el norte de Irak, en represalia a la emboscada de los kurdos.

Aviones de guerra turcos.
Aviones de guerra turcos.
Se trata de las primeras incursiones turcas en Irak desde hace un año.
La operación estuvo dirigida contra posiciones del PKK -la organización separatista armada kurda de Turquía- en la zona de Jarkurk, Qandil y Zap, situada en el territorio autónomo kurdo de Irak donde el movimiento tiene su comandancia, precisó el Estado Mayor.
"Los aviones regresaron sin inconvenientes a sus bases", precisó el comunicado del Estado Mayor, asegurando que el operativo se llevó a cabo de manera exitosa y sin afectar a la población civil.
La artillería turca había bombardeado previamente "con intensidad" 168 blancos del PKK en regiones cercanas a la frontera con Irak, agrega.
El Estado Mayor manifestó su determinación de proseguir su ofensiva dentro y fuera de Turquía "para impedir que el norte de Irak se convierta en un santuario y una plataforma para los ataques contra Turquía".
El PKK había denunciado el miércoles los bombardeos y había reivindicado la emboscada en la que sus comandos mataron a nueve miembros de las fuerzas de seguridad turcas cerca de la ciudad de Cukurca, fronteriza con Irak.
Según Turquía, unos 2.000 insurgentes kurdos están pertrechados en las zonas montañosas iraquíes, desde donde se infiltran en Turquía para realizar operaciones comando.
El 16 de junio pasado, 13 soldados habían muerto en enfrentamientos con el PKK en la provincia de Diyarbakir, la más importante del sureste de Anatolia, poblado mayoritariamente por kurdos. Se trata de las bajas más importantes del ejército turco desde octubre de 2008.
"Nuestra paciencia llegó al límite", dijo el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, y advirtió que el ramadán no impedirá seguir respondiendo a los ataques kurdos.
El primer ministro anticipó además un endurecimiento del conflicto, al evocar una "nueva era" y advertir que "aquellos que no se alejen del terrorismo van a pagar el precio", mensaje sin duda dirigido a los políticos kurdos juzgados demasiado cercanos al PKK.
Los ataques se producen en un contexto de tensiones políticas con los kurdos. Un total de 35 disputados (sobre un total de 550) siguen negándose a asumir sus funciones en el Parlamento desde las elecciones legislativas de junio pasado para protestar contra el mantenimiento en detención provisoria de cinco legisladores acusados de tener vínculos con el PKK.
El PKK, considerado como una organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea, inició una lucha armada en 1984. Se estima que este conflicto ya causó 45.000 muertos.
 


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