Turquía inicia diálogo con Ocalan para poner fin al PKK
AFP (Agencia France-Presse)
ANKARA. - El Estado turco emprendió un diálogo delicado con el jefe de los rebeldes separatistas kurdos, Abdulá Ocalan, condenado a cadena perpetua, para tratar de poner fin a un conflicto armado de más de 30 años, en un esfuerzo recibido positivamente por la sociedad civil, pero con un resultado incierto.
Manifestantes kurdos
Confirmadas por el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, las discusiones con Abdulá Ocalan, detenido bajo régimen de aislamiento en la isla noroccidental de Imrali (noroeste), son dirigidas desde finales de diciembre por los servicios secretos turcos.
Por primera vez desde su encarcelación hace 13 años, Ocalan, autorizado únicamente a recibir visitas de su familia y abogados, recibió el jueves la visita de dos diputados del principal partido kurdo en Turquía, el Partido de la Democracia y la Paz (BDP).
Entre ellos, Ahmet Turk, ex compañero de Ocalan y figura moderada de la militancia kurda.
"Esta vez me siento optimista, tengo esperanza", dijo Turk a sus allegados, según la prensa.
Pervin Buldan, figura influyente del BDP, se dijo convencida de que este diálogo tendrá un desenlace favorable para poner fin a los combates entre las fuerzas turcas y el movimiento kurdo en el sureste de Turquía, región de mayoría kurda.
"Creo que estas discusiones continuarán de manera muy positiva", declaró Buldan a la prensa.
El optimismo domina en Turquía ante esta iniciativa del gobierno islamo-conservador para tratar de poner fin a la violencia que ha dejado más de 45.000 muertos desde 1984.
ESPERANZA Y MIEDO
Los editorialistas se hacen eco este sábado de esta atmósfera favorable, al mismo tiempo que advierten sobre posibles "provocaciones" de grupos radicales del PKK.
"Sí, quiero ser optimista", escribe Hasan Cemal, especialista del tema kurdo, en las columnas del diario Milliyet. Cemal estima que "si ambas partes avanzan con coraje, convicción política y seriedad (...) Turquía podrá librarse finalmente de su herida más sangrienta".
Única nota discordante: los nacionalistas del Partido de Acción Nacionalista (MHP), tercera fuerza en el Parlamento turco, denunciaron una "traición".
El gobierno turco había iniciado en 2009 negociaciones con los dirigentes del PKK, cuyo fracaso dio lugar al recrudecimiento de los combates.
Esta vez, el gobierno de Ankara quiere avanzar de manera prudente, con el fin de no de defraudar una vez más a un país agotado por tres décadas de luchas sangrientas.
"Es un proceso que durará meses, no hay que esperar un resultado concreto inmediato", dijo a la AFP una fuente cercana al gobierno turco.
No hay duda de que el diálogo entre Ankara y Ocalan es muy sensible debido a que el mando militar del PKK, atrincherado en el norte de Irak, ha rechazado en el pasado las directivas de Ocalan, adoptando una línea más dura.
Yalcin Akdogan, consejero político del primer ministro de Turquía, dijo que Ocalan era una figura central en este caso, pero emitió dudas en cuanto a su influencia sobre los 2.000 militantes atrincherados en las montañas iraquíes.
"Hay que ver como Qandil (localidad iraquí donde se encuentra el mando del PKK) va a reaccionar ante este proceso", declaró recientemente.
Los observadores consideran que aunque el PKK decida renunciar a las armas, esto no resolverá el problema kurdo, un tema complejo que debe ser abordado por la vía política, con medidas favorables a la minoría kurda, que representa entre 10 y 12 millones de personas en Turquía.