UE y China avanzan por primera vez en temas comerciales
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Pekín. - Por primera vez en años, la Unión Europea (UE) y China avanzaron hoy en Pekín en cuestiones comerciales durante la cumbre bilateral anual. Este avance se produce con el escenario de la amenaza de guerra comercial que se avecina con Estados Unidos. Tras años de lentos avances, en la cumbre de hoy en la capital china las negociaciones sobre un acuerdo de inversión recibieron un nuevo impulso.
Por primera vez en tres años la reunión concluye con una declaración conjunta, que corrobora la "cooperación estratégica", dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
Ambas partes pactaron dar un nuevo impulso a las negociaciones, que desde hace cuatro años solo avanzaban lentamente, sobre un acuerdo para proteger las inversiones. Asimismo se acordó la creación de un grupo de trabajo para reformar la Organización Mundial del Comercio (OMC).
"La UE y China son dos fuerzas de la estabilidad", dijo el primer ministro chino, Li Keqiang, tras las conversaciones con Juncker y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en el Gran Salón del Pueblo.
Debido al gran déficit comercial de Estados Unidos, Trump ha impuesto una serie de aranceles a productos de la Unión Europea, China, Japón, Canadá o México, entre otros.
Tras una primera ronda de nuevos aranceles a importaciones de China por valor de 34.000 millones de dólares, se impondrán otra ronda por valor de 16.000 millones este mes. Antes de que finalice agosto, Trump amenaza con imponer más aranceles a productos chinos.
La UE es el mayor socio comercial de China, mientras que para los europeos sólo Estados Unidos supera a China. A diario China y la UE intercambian productos por valor de 1.500 millones de euros.
En una declaración conjunta de ocho páginas, ambas partes abogaron en la cumbre por un sistema de comercio global libre con la OMC como núcleo. Sobre las amenazas de Trump de imponer aranceles punitivos por valor de hasta 500.000 millones de dólares a los productos chinos, Li dijo: "China no quiere una guerra comercial con Estados Unidos. Nadie resulta vencedor en una guerra comercial".
Tusk llamó a Trump y a Putin a colaborar con los europeos y los chinos y a prestar atención para no destruir el orden mundial. Un día después de que Trump calificara a los europeos de "enemigos", Tusk dijo en referencia a la cumbre en Helsinki y el encuentro entre la UE y China en Pekín: "Todos somos conscientes del hecho de que la arquitectura mundial se transforma ante nuestros ojos." El viejo orden mundial acabó con la Guerra Fría y trajo a Europa la paz y a China el desarrollo, añadió.
"Es nuestra responsabilidad conjunta no destruir ese orden en Europa, China, Estados Unidos y Rusia, sino mejorarlo", alertó Tusk. "No comenzar guerras comerciales que tan a menudo en nuestra historia se convirtieron en conflictos bélicos, sino reformar el orden mundial establecido de manera valiente y responsable", señaló. Tusk llamó a Trump, Putin y China a reformar juntos la OMC. "Todavía hay tiempo para evitar el conflicto y el caos", dijo.
La reforma de la OMC debe girar entorno a las subvenciones a la industria, la protección de la propiedad intelectual, la transferencia de tecnología, la disminución de los costes comerciales y una conciliación más efectiva en la disputa. El objetivo es fortalecer la OMC y establecer condiciones de competencia justas, dijo Tusk.
Ambas partes también intercambiaron sus ofertas para una mayor ampliación del mercado con el fin de sacar adelante el acuerdo de inversión que para los europeos es un requisito para un acuerdo de libre comercio. Las negociaciones entran así "en una nueva fase" y reciben un "fuerte impulso", declaró Li.
China quiere "redoblar" sus esfuerzos y espera poder comenzar un estudio de viabilidad para un acuerdo de libre comercio, al que aspiren ambas partes. El primer ministro chino aludió a una reducción de los aranceles así como al levantamiento de límites de capitales para las inversiones extranjeras en China y prometió una "apertura notable del mercado". También prometió "mayor apertura" para los productos agrícolas que quieren llevar a cabo los europeos en China.
Ambas partes pactaron dar un nuevo impulso a las negociaciones, que desde hace cuatro años solo avanzaban lentamente, sobre un acuerdo para proteger las inversiones. Asimismo se acordó la creación de un grupo de trabajo para reformar la Organización Mundial del Comercio (OMC).
"La UE y China son dos fuerzas de la estabilidad", dijo el primer ministro chino, Li Keqiang, tras las conversaciones con Juncker y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en el Gran Salón del Pueblo.
Debido al gran déficit comercial de Estados Unidos, Trump ha impuesto una serie de aranceles a productos de la Unión Europea, China, Japón, Canadá o México, entre otros.
Tras una primera ronda de nuevos aranceles a importaciones de China por valor de 34.000 millones de dólares, se impondrán otra ronda por valor de 16.000 millones este mes. Antes de que finalice agosto, Trump amenaza con imponer más aranceles a productos chinos.
La UE es el mayor socio comercial de China, mientras que para los europeos sólo Estados Unidos supera a China. A diario China y la UE intercambian productos por valor de 1.500 millones de euros.
En una declaración conjunta de ocho páginas, ambas partes abogaron en la cumbre por un sistema de comercio global libre con la OMC como núcleo. Sobre las amenazas de Trump de imponer aranceles punitivos por valor de hasta 500.000 millones de dólares a los productos chinos, Li dijo: "China no quiere una guerra comercial con Estados Unidos. Nadie resulta vencedor en una guerra comercial".
Tusk llamó a Trump y a Putin a colaborar con los europeos y los chinos y a prestar atención para no destruir el orden mundial. Un día después de que Trump calificara a los europeos de "enemigos", Tusk dijo en referencia a la cumbre en Helsinki y el encuentro entre la UE y China en Pekín: "Todos somos conscientes del hecho de que la arquitectura mundial se transforma ante nuestros ojos." El viejo orden mundial acabó con la Guerra Fría y trajo a Europa la paz y a China el desarrollo, añadió.
"Es nuestra responsabilidad conjunta no destruir ese orden en Europa, China, Estados Unidos y Rusia, sino mejorarlo", alertó Tusk. "No comenzar guerras comerciales que tan a menudo en nuestra historia se convirtieron en conflictos bélicos, sino reformar el orden mundial establecido de manera valiente y responsable", señaló. Tusk llamó a Trump, Putin y China a reformar juntos la OMC. "Todavía hay tiempo para evitar el conflicto y el caos", dijo.
La reforma de la OMC debe girar entorno a las subvenciones a la industria, la protección de la propiedad intelectual, la transferencia de tecnología, la disminución de los costes comerciales y una conciliación más efectiva en la disputa. El objetivo es fortalecer la OMC y establecer condiciones de competencia justas, dijo Tusk.
Ambas partes también intercambiaron sus ofertas para una mayor ampliación del mercado con el fin de sacar adelante el acuerdo de inversión que para los europeos es un requisito para un acuerdo de libre comercio. Las negociaciones entran así "en una nueva fase" y reciben un "fuerte impulso", declaró Li.
China quiere "redoblar" sus esfuerzos y espera poder comenzar un estudio de viabilidad para un acuerdo de libre comercio, al que aspiren ambas partes. El primer ministro chino aludió a una reducción de los aranceles así como al levantamiento de límites de capitales para las inversiones extranjeras en China y prometió una "apertura notable del mercado". También prometió "mayor apertura" para los productos agrícolas que quieren llevar a cabo los europeos en China.