Ucrania ataca a separatistas prorrusos en Slaviansk, Putin denuncia un "crimen"

AFP (Agencia France-Presse)

KIEV. - Ucrania lanzó este jueves un sangriento asalto contra los separatistas de Slaviansk (este), bastión de los rebeldes prorrusos en la región, inmediatamente denunciado por Vladimir Putin como un "crimen" que tendrá "consecuencias".

Los enfrentamientos entre tropas ucranianas y separatistas en Slaviansk "dejaron hasta cinco muertos" entre los insurgentes y un soldado ucraniano resultó herido, informó el ministerio del Interior en Kiev.

"Si el régimen actual de Kiev comenzó realmente a utilizar al ejército contra la población en el país, es un crimen muy grave contra su propio pueblo", reaccionó el presidente ruso Vladimir Putin, que anunció "consecuencias" para "las relaciones intergubernamentales", sin entrar en detalles.

"Si las autoridades actuales de Kiev hicieron esto, entonces se trata sencillamente de una junta, de una especie de banda criminal", afirmó el presidente ruso.

En el lugar de los hechos, periodistas de la AFP oyeron tiroteos en un puesto de control de los rebeldes en la entrada norte de Slaviansk, y avistaron luego varios blindados -uno de ellos con una bandera ucraniana- pasar frente al retén en llamas.

Los blindados se retiraron sin embargo y ya no eran visibles por la tarde.

El líder separatista de Slaviansk, ciudad de unos 100.000 habitantes, Viacheslav Ponomarev, ordenó a los civiles que dejaran la municipalidad.

Slaviansk está desde hace varios días enteramente bajo control de los rebeldes prorrusos. Hombres armados de fusiles, ataviados con uniformes sin insignia y encapuchados ocupan varios inmuebles públicos. Ponomarev había pedido el domingo a Rusia que interviniera para proteger a la población.

Kiev anunció igualmente la liberación de la municipalidad de Mariupol, un puerto de 500.000 habitantes en el sudeste, en una operación que dejó cinco heridos. Más al norte, un soldado resultó herido durante un asalto de separatistas a una base militar de Artemivsk.

 

- La tensión crece de forma imparable -

 

La tensión no cesa de aumentar. Moscú, que amenazó con una intervención militar si sus "intereses legítimos" se ven amenazados en Ucrania, acusó el jueves a los occidentales de utilizar a esta exrepública soviética como un "peón en el juego geopolítico".

Desde Tokio, Barack Obama responsabilizó a Rusia del fracaso del compromiso internacional suscrito hace una semana en Ginebra, que supuestamente debía reducir tensiones entre las dos partes.

"Hasta ahora, no los hemos visto respetar ni el espíritu ni la letra del acuerdo de Ginebra", lamentó Obama en conferencia de prensa en la capital japonesa, primera etapa de una gira asiática.

"En cambio, continuamos viendo a hombres malintencionados, armados, apoderándose de edificios, hostigando a personas que no están de acuerdo con ellos, desestabilizando a la región y no hemos visto que Rusia se aparte o los desaliente", añadió el presidente estadounidense.

Si Rusia sigue ignorando el acuerdo de Ginebra, "habrá consecuencias y "nuevas sanciones", amenazó.

De su lado Rusia acusó además a Estados Unidos y la UE de haber fomentado una "revolución" en Kiev, en referencia a la destitución en febrero por el Parlamento ucraniano del presidente prorruso Victor Yanukovich, tras tres meses de violentas protestas.

"En Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea (...) intentaron llevar a cabo una nueva 'revolución de color', una operación de cambio de régimen contraria a la Constitución", declaró el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov.

Rusia denomina "revolución de color" a los cambios de poder como la "revolución naranja" de 2004 en Ucrania o la rosa un año antes en Georgia. Moscú siempre ha acusado a los países occidentales de haber provocado esas revoluciones en las dos exrepúblicas soviéticas.

En 2008, una breve guerra opuso Rusia a Georgia, tras la cual Moscú reconoció dos territorios separatistas prorrusos en este pequeño país del Cáucaso, Osetia del Sur y Abjasia.

 

- OTAN critica "retórica· de Moscú -

 

La OTAN por su parte fustigó la "encendida retórica" de Moscú, que alega a su vez que la población ucraniana de origen ruso está amenazada por los nacionalistas que apoyan al gobierno prooccidental instalado en Kiev tras la destitución del presidente Yanukóvich.

En este contexto de acusaciones recíprocas, Estados Unidos y Ucrania reprochan a Rusia haber congregado soldados en la frontera, y que apoye a los rebeldes del este ucraniano enviando agentes armados.

Estados Unidos ha decidido ya reforzar sus tropas en Europa oriental, al enviar 600 soldados a Polonia y a los países bálticos.



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