Ucrania, en busca de estabilidad, elige presidente
AFP, Agence France-Presse
Ucrania, país estratégico de 46 millones de habitantes situado entre la Unión Europea y Rusia, vota este domingo -en primera vuelta- para elegir presidente e intentar salir de la crisis política y económica que atraviesa.
La campaña estuvo dominada por el enfrentamiento entre Viktor Yanukovich, tradicionalmente más cercano a Moscú y favorito en los sondeos, y la primera ministra Yulia Timoshenko, figura emblemática de la Revolución Naranja que reflejó las aspiraciones proeuropeas de una parte del país en 2004.
Ninguno de los dos se encuentra en posición de poder ganar directamente el domingo, por la cantidad de candidatos -18 en total- y la dispersión del electorado, por lo que parece más que probable una segunda vuelta el 7 de febrero.
En este contexto tan disputado, la campaña ha estado marcada por una serie de escándalos, desde acusaciones de pederastia contra diputados afines a Timoshenko hasta sospechas de violación por parte de Yanukovich.
Popular en el este y en el sur rusófonos del país, Yanukovich cuenta con un 34% a 42% de intenciones de voto y Timoshenko, apoyada por el oeste nacionalista, con 19% a 22%, según los últimos sondeos.
En la segunda vuelta, el ex mecánico aparece como ganador con unos 15 puntos de ventaja.
A pesar de estas cifras elocuentes, el juego no está decidido, advierten los analistas, que subrayan la excepcional combatividad de Timoshenko y la indecisión de parte de los electores.
"Si Timoshenko consigue movilizar a la mayoría del electorado que no quiere ver a Yanukovich como presidente, tiene posibilidades de ganar", estima Volodinir Fesenko, director del centro de estudios políticos Penta.
Viktor Yanukovich, de 59 años, viene de lejos. Considerado "hombre de Moscú", fue barrido por la Revolución Naranja de 2004, desencadenada por su victoria en la presidencial.
Los manifestantes obtuvieron entonces la invalidación de la elección por fraudes y ganó el prooccidental Yuschenko, que encarnaba la esperanza de nuevos tiempos.
Pero después de un quinquenio marcado por las crisis políticas repetidas, Yuschenko -que cuenta apenas con un 4% de intenciones de voto- concita la unanimidad en su contra.
Yanukovich ha recobrado su peso político, y Timoshenko, de 49 años, antes aliada del presidente, se presenta ahora como única depositaria de la herencia "naranja".
Aunque también debe responder de un balance económico poco halagüeño: Ucrania ha pagado un costoso tributo a la crisis económica mundial en 2009 con una caída del PIB del orden del 15% y una depreciación del 60% de su divisa.
Una de las principales tareas del ganador o ganadora de la elección será acabar con la inestabilidad en esta ex república soviética, el segundo país más grande de Europa en términos de superficie, que busca hacerse un sitio entre Rusia y la UE.
"Sin estabilidad política, Ucrania no será capaz de realizar las reformas que necesita", señala Yuri Iakimenko, experto del centro de investigaciones económicas y políticas Razumkov.
Después de años erráticos entre Rusia, que espera mantener este país en su esfera de influencia, y la Unión Europea, Ucrania debería optar esta vez por una política de compromiso.
"Tanto Timoshenko como Yanukovich buscarán un equilibrio de intereses entre Occidente y Rusia", estima Fesenko.
Los dos candidatos preconizan un acercamiento a la UE -aunque la puerta de la adhesión no esté abierta por el momento- y cuidar a Moscú. Los dos se oponen a una incorporación a la OTAN, uno de los caballos de batalla de Yuschenko.