AFP (Agencia France-Presse)
DONETSK. - Unos 300 manifestantes prorrusos asaltaron este jueves la sede de la fiscalía regional en Donetsk, en el este de Ucrania, cuyo gobierno provisional decidió reinstaurar el servicio militar para aumentar sus fuerzas.
La muchedumbre en Donetsk lanzó piedras contra el edificio y un centenar de policías antidisturbios que defendía el lugar respondieron con granadas aturdidoras y gases lacrimógenos. Los manifestantes pegaron y desarmaron a los policías al grito de "¡fascistas! ¡fascistas!".
Al menos cuatro policías que defendían el edificio resultaron heridos, observaron los periodistas de la AFP.
En claro estado de shock, los policías fueron desarmados y algunos abandonaron el lugar llorando.
El ataque ocurrió al finalizar una manifestación prorrusa de unas 10.000 personas en esa ciudad de un millón de habitantes, que los separatistas reivindican como la capital de "la república de Donetsk".
Ante el descontrol creciente de la situación, el presidente en ejercicio Olexandre Turchinov firmó el decreto que reinstaura el servicio militar obligatorio para los hombres de 18 a 25 años.
Los militantes prorrusos, que muestran una actitud cada vez más violenta y decidida, mantienen retenido desde hace casi una semana a un grupo de observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación Europea (OSCE).
Después de días de negociaciones infructuosas, la jefa del gobierno alemán, la canciller Angela Merkel, pidió al presidente ruso, Vladimir Putin, que ayude a la liberación de esos observadores, secuestrados en Slaviansk, en el sureste de Ucrania.
Putin le contestó a Merkel que Kiev debe retirar "las unidades militares de las regiones en el sureste de Ucrania" y debe abrir un "diálogo nacional", según un comunicado del Kremlin.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció por su parte que está dispuesto a aumentar la ayuda que aprobó de 17.000 millones de dólares a Ucrania en caso de que dicho país perdiera parte de su territorio y sus dificultades económicas aumentaran.
- Desfile masivo y patriótico en Moscú -
Los tradicionales desfiles de la Fiesta de los Trabajadores dieron a cada campo la ocasión de defender sus convicciones.
En Kiev no se movilizaron las masas pese a la crisis que atraviesa el país, la peor en la historia de esta exrepública soviética. Entre 2.000 y 3.000 personas se reunieron y gritaron consignas a favor de la unidad de Ucrania, observó la AFP.
"El objetivo de esta acción es demostrar que estamos a favor de la paz, la tranquilidad, la prosperidad. Queremos una vida mejor para toda Ucrania. Queremos guardar juntos al este y el oeste, el norte y el sur de Ucrania", declaró a la AFP Vira, una profesora de 68 años.
En cambio, en Moscú, la movilización fue fuerte y patriótica: unas 100.000 personas desfilaron en la Plaza Roja de Moscú, como en tiempos de la Unión Soviética. "Estoy orgulloso de mi país" y "Putin tiene razón", se leía en algunas pancartas agitadas por la multitud.
El mismo fenómeno se registró en Simferopol, la capital de Crimea, que se adhirió en marzo a Rusia, donde 60.000 personas desfilaron agitando banderas rusas y retratos del presidente Putin. "Somos Rusia" y "Putin es nuestro presidente" se podía leer en sus banderolas.
- Negociaciones estancadas -
En Slaviansk, bastión rebelde prorruso del este de Ucrania de 110.000 habitantes, las negociaciones para liberar a los observadores de la OSCE parecen estancadas.
"No hay novedades", había indicado a la AFP la portavoz de los rebeldes, Stella Jorosheva, quien afirmó sin embargo que el ambiente de las conversaciones era "amistoso". El equipo de los observadores retenido por los prorrusos está compuesto por siete extranjeros y cuatro ucranianos.
El jefe de los separatistas y alcalde autoproclamado de Slaviansk, Viacheslav Ponomarev, confirmó el jueves a la agencia Interfax que estaba negociando también con las autoridades ucranianas. "Esperamos poder intercambiarlos por nuestros camaradas capturados en Kiev", dijo.
Los rebeldes negocian también la suerte de tres oficiales ucranianos capturados igualmente hace unos días. Ellos "están bien, vamos a intentar también intercambiarlos", añadió Ponomarev.
Los rebeldes prorrusos, hostiles al poder instalado en Kiev tras la caída del presidente Viktor Yanukovich a fines de febrero, siguieron estos días extendiendo su control sobre una serie de ciudades del este de Ucrania.
Ya controlan edificios estratégicos (alcaldías, comisarías y servicios de seguridad) en más de una docena de ciudades.
En Kiev, las autoridades llevaron a cabo durante la noche del miércoles nuevos ejercicios militares. Miembros de la unidades especiales de la guardia presidencial, a bordo de decenas de vehículos blindados, cercaron el edificio del Parlamento y francotiradores saltaron en paracaídas para colocarse en su tejado.
El gobierno también indicó que contempla celebrar un referéndum sobre la unidad ucraniana y la descentralización en paralelo a la elección presidencial anticipada el 25 de mayo.